Así se combinan el sofá y las cortinas

sofá cortinas

Decorar un salón es una tarea emocionante que nos permite volcar toda nuestra creatividad. Sin embargo, a veces puede ser algo estresante acertar con la combinación adecuada de elementos, formas y colores. Una de las reglas básicas que no debemos perder de vista es esta: buscar la perfecta combinación de sofá y cortinas. A partir de ahí tendremos que diseñar el resto de la decoración de la estancia.

Por eso, antes de profundizar en las novedades del mudo de la decoración y explorar las últimas tendencias en cuanto a diseño de interiores, hay que sentar bien las bases. Aprender a combinar los textiles dentro de un mismo espacio con el fin de lograr cierta coherencia cromática y una atmósfera equilibrada.

No importa cuál sea el modelo de sofá que tengamos en casa. Tampoco es importante el estilo de las cortinas ni su color. Cualquier propuesta vale, siempre que la combinación funcione. Es así de simple, pero cuando nos ponemos manos a la obra descubrimos con frecuencia que en realidad es bastante complicado. ¿Quieres saber cómo conseguir esa coordinación entre sofá y cortinas de la mejor forma? Te lo explicamos a continuación:

Sofá y cortinas del mismo color

sofá y cortinas

No son pocas veces las que hemos visto en este mismo blog preciosos salones decorados con unas cortinas y un sofá del mismo color. Es una opción habitual cuando se trabaja con textiles lisos. El resultado estético confiere al espacio uniformidad y sobriedad.

No hace falta que los colores sean exactamente la misma tonalidad, pero sí es necesario que no estén demasiado alejados cromáticamente el uno del otro. En el ejemplo de arriba vemos dos azules que «casan» bastante bien, aunque desde luego el resultado no sería igual si lo hubiéramos intentado con un azul marino oscuro y un turquesa, por ejemplo.

Dependiendo del color escogido, y con la vista siempre puesta en no recargar en exceso el espacio, convendrá también apostar por muebles auxiliares y accesorios en colores neutros. Volviendo al ejemplo de arriba, una pequeña mesita con una lámpara discreta y una alfombra simple con algún guiño azulado han sido más que suficientes.

Tejidos estampados

cortinas estampadas

Se suele decir que las telas estampadas son difíciles de combinar. Esto no es del todo cierto: todo es combinable si damos con la tecla adecuada. Evidentemente, combinar en un mismo espacio unas cortinas y un sofá estampado podría recargar en exceso la habitación, aunque hay excepciones.

Por ejemplo, no existe conflicto cuando se recurre a un estampado suave y discreto, tanto para la cortina como para el sofá, y se atiende mínimamente a cierta continuidad cromática. Pare eso son excelentes los estampados difuminados, así como los colores neutros como el gris o el beige. Nada de colores chillones ni estampados multicolor.

cortinas y sofá estampados

Con todo, lo ideal es usar la vieja fórmula de color liso + estampado, en el orden que queramos. En el ejemplo de la imagen de arriba, la superficie lisa es la de del sofá, en tonos azul oscuro y mostaza; en cambio, las cortinas lucen un estampado vivo y recargado de motivos vegetales. En este estampado está presente también el color del sofá, lo cual es determinante para el resultado estético final.

Lo mismo, pero al revés, lo encontramos en la segunda imagen de este apartado: sofá y cortinas con el mismo color, bastante subido de tono, por cierto, lo cual demuestra que no hay límites siempre que tengamos la suficiente imaginación y buen gusto.

Hay que añadir también que todo lo que se ha dicho acerca de las telas estampadas sirve igualmente para los tejidos a rayas, que tan bonitos quedan en los cojines.

La importancia de los cojines

cojines + cortinas

Cuando la combinación que hemos elegido para nuestro salón se nos resista, no nos parezca que ha quedado «floja», inconsistente o poco armoniosa, siempre podremos acudir al eficaz recurso de los cojines. Ellos nos aportarán coherencia y continuidad. Utilizando un símil culinario, son la salsa que nos ayudará a ligar los ingredientes del plato.

Una buena idea es usar la misma tela de las cortinas en los cojines que finalmente irán colocados sobre el sofá. En el caso de cortinas estampadas sobre un sofá de tela lisa, el resultado es muy elegante, aunque las posibilidades son mucho más amplias.

La misma función que desempeñan los cojines la pueden realizar las mantas, las alfombras y otros elementos pensados para aportar calidez y confort a nuestros salones.

Algunos consejos básicos

En los apartados anteriores hemos perfilado ya algunas de las ideas que mejor resultado nos van a dar a la hora de combinar sofá y cortinas de forma correcta, logrando así la decoración perfecta para nuestro salón. Sin embargo, para que nada se nos escape y que la combinación elegida funcione bien, no está de más observar ciertas reglas y consejos que también sirven de guía a los grandes decoradores e interioristas:

¿Cuántos colores?

Como en tantos otros aspectos de la vida, el equilibrio y la proporcionalidad son básicos para alcanzar el equilibrio y la armonía. Ante la duda, una buena solución es respetar la regla 60-30-10, aplicada comúnmente en el mundo de la decoración: el color principal debe copar cerca del 60% de toda la presencia cromática de nuestro salón; para el color secundario hay que reservar un 30% para un color secundario; por último, hay que dejar un 10% para un tercer color. Importante: solo hay que usar tres colores, a fin de no romper el equilibrio.

Tipos de colores

La duda más habitual es si hay que optar por colores neutros o llamativos. La decisión correcta es la que dicte el mobiliario y la atmósfera general del salón (color de las paredes, tipo de suelo, iluminación…). Si en nuestro salón predominan los tonos oscuros, hay que apostar por colores más alegres para sofá y cortinas, colores atrevidos con el azul, el verde o incluso el amarillo, capaces por sí solos de dar personalidad al salón.

Para cada época del año

Si algo bueno tienen los textiles es que podemos cambiarlos fácilmente: cortinas, fundas de sofás y de cojines… En muchas casas se alternan dos juegos diferentes de cada cosa para «vestir» el salón dependiendo de la época del año en la que se está: colores cálidos (amarillos, ocres, naranjas, rojos) para los meses de invierno y colores más fríos (verdes, morados, azules) para aportar frescor durante el verano.

Cortinas blancas para todo

Por último, si no queremos complicarnos demasiado eligiendo colores y buscando combinaciones, existe una solución sencilla que nunca falla: las cortinas blancas. Este recurso es tremendamente versátil, pues va a combinar sin conflictos con cualquier tipo de sofá, sea cual sea su forma, diseño, color o tamaño. Hay que señalar que la otra alternativa, la de usar el blanco para el sofá y combinarlo con cualquier clase de cortina, no tiene un efecto tan notable.


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