¿Buscas la forma de crear un conjunto de fotografías y/o cuadros original en tu hogar? ¿Necesitas nuevas ideas para llamar la atención sobre esa esquina que tienes vacía? Si has respondido afirmativamente a alguna de las preguntas, disponer tus cuadros en esquina puede ser la respuesta que buscas.
Colocar los cuadros en una esquina no suele ser lo mas habitual y sin embargo, es una herramienta fantástica para dirigir la mirada de quien visita nuestra casa por primera vez. También lo es para hacer mas atractivo un rincón, por supuesto. La propuesta es interesante, pero parece fácil volverse loco con tanto cuadro. ¿La solución? Seguir estos pequeños pasos que os mostramos a continuación.
Escoge el lugar para disponer los cuadros
El fin de la galería de cuadros en esquina es llamar la atención sobre un rincón en concreto. Escoger una esquina despejada es clave para que los cuadros luzcan como deben. Funcionan muy bien en un rincón de lectura, junto a una silla, una mesa y una lámpara de pie. Pero también podemos disponerlos en el pasillo, para romper la monotonía del mismo.
Escoge la serie de cuadros o fotografías
Puedes crear disposiciones simétricas con cuadros del mismo tamaño a un lado y otro de la esquina o apostar por una composición caótica y original con diferente número de cuadros y formatos. Una vez hayas tomado la decisión escoge una serie de fotos que tengan cierta correlación; no tanto en cuanto a motivos sino a colores. Las fotografías en blanco y negro funcionan muy bien, pero también lo hacen aquellas que tienen un color como denominador común.
«Dibuja» las posible distribución en la pared
Si escoges cuadros de diferentes tamaños, este paso es clave para no volverte loco y agujerear la pared innecesariamente. Marca y recorta la silueta de cada cuadro en papel y disponlos en la pared con algún tipo de adhesivo: cinta aislante, washi tape… Juega con diferentes combinaciones hasta dar con la adecuada. De esta forma no estropearas la pared y podrás observar las composiciones con calma.
Una vez tengas la distribución clara, solo tendrás que ir sustituyendo cada recorte por el correspondiente cuadro. Aprovecha el papel en forma de sobre para recoger el polvillo creado al taladrar; así trabajar menos después. Terminado el trabajo ya podrás disfrutar de tu galería de cuadros en esquina.