Si hay algo que aporta encanto, majestuosidad, elegancia y dramatismo a un espacio amplio es un techo abovedado; cuando uno tiene la suerte de contar con una casa antigua será viable que una de las estancias haya mantenido la bóveda a lo largo de los años, pero lo habitual es que uno decida de motu propio elaborar un techo en bóveda por mero capricho artístico o por diversos motivos decorativos, como ganar luz y diafanidad, aprovechar al máximo ciertas zonas muertas de la pared o esconder la electrificación de todo el piso sin tener que recurrir al clásico pladur blanco (como en el impoluto recibidor de la imagen a la derecha).
Los formatos son muy variados y el resultado puede ser realmente espectacular, pero decorar una habitación con un techo abovedado es todo un reto y es necesario calcular muy bien la inclinación adecuada y no dejar que nuestra creatividad se imponga a los elementos estructurales y los materiales, como vemos en el loft de la imagen superior donde se ha optado por la uniformidad de color y un techo a dos aguas de gran apertura con vigas ligeras que contribuye a mejorar la iluminación general y amplía la altura total del piso sin romper con su estilo bohemio y aparentemente caótico.
El techo abovedado a dos aguas remite al mundo escandinavo y sus raíces vikingas, sobre todo si las vigas de madera son oscuras o se pintan con ese propósito creando contraste en un efecto «moldura» que potencia la separación de cada zona; a la derecha vemos el ejemplo contrario donde la bóveda de inspiración románica no es más que una excusa decorativa para llamar la atención sobre la diferencia de altura en el suelo y la vidriera de la ventana, que funciona a modo de mirador.
Una bóveda de piedra al estilo de las antiguas catacumbas puede ser meramente decorativa pero la textura y riqueza que adquieren los techos hacen que su buscada imperfección de una gran personalidad a un lugar como la cocina, donde además otorgará frescor y aislamiento; aquí destaca la oposición del acabado rústico del techo y la pared frente a los electrodomésticos de última generación y la encimera de Corian.
Las bóvedas estrelladas que se asemejan a los cimborrios góticos son muy apreciadas pero pueden condicionar en gran medida el resto de la decoración de dicha sala, que requerirá un mobiliario potente, una combinación de color adecuada y materiales fríos como el cemento pulido o el acero cromado para contrarrestar el abigarramiento. Un techo de espíritu árabe como el de este espléndido aseo invita al relax y rememora esos baños turcos donde las bóvedas suelen remarcar su formato semicircular con pintura al fresco.
Más información – Cómo elegir el color del techo
Fuentes – Decoración de interiores, Hobis custom builders, Home designing, Home designer, Indulgy, Lonny, The kitchn
me quedo con todo de principio a fin ;las habitaciones con las paredes en blanco y las maderas vistas me encantan¿una bañera en el salon?me lo quedo(el salon?