– Revestimientos de madera para techos: el uso de la madera en los techos ha sido un clásico, especialmente en ciertas épocas de la historia. Con la madera se consiguen ambientes cálidos y además sirve de aislante térmico. Hoy en día podemos optar por un revestimiento de láminas de madera que cubran de forma lisa el techo o combinarlas con vigas de este mismo material. Como elemento decorativo puedes instalar falsas vigas para crear un ambiente rústico, aunque también existen vigas de este tipo realizadas con materiales muy livianos como el corcho o el poliuretano que sirven además de para decorar como zonas por las que esconder y tapar los cableados o tuberías de la casa.
–Vinilos para techos: si prefieres darle un toque moderno al techo de tu casa sin meterte en grandes obras o gastos, existen vinilos especialmente pensados para situarse en esta zona. Algunos imitan paisajes o cielos, e incluso puedes tener parte de los frescos de la Capilla Sixtina en casa sin necesidad de llamar a ningún pintor profesional. Son sencillos de colocar y aportarán un toque muy moderno y diferente.
– Papel pintado: también puedes optar por colocar en el techo un papel pintado estampado como decoración. En estos casos es recomendable que las paredes no estén demasiado cargadas y estén pintadas preferentemente de un solo color claro y luminoso para que la estancia no quede demasiado agobiada, también será muy importante que la estancia esté bien iluminada.
Nunca debes olvidar que la mejor forma de decorar los techos de la casa es elegir unas buenas lámparas, ya sea por su originalidad, su color o por ser especialmente llamativas pueden convertirse en el elemento fundamental de un salón o un dormitorio.
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