No hay nada como entrar en una casa y percibir que está realmente limpia y reluciente. La higiene es un hábito que debes tener siempre en cuenta si quieres que tu casa no tenga nada de suciedad y esté perfecta. Con los siguientes 5 hábitos no tendrás ningún tipo de problema para tener tu casa siempre limpia y además, poder sentir el bienestar que un hogar ordenado y reluciente te puede aportar.
Hacer la cama
Una vez te levantes, es aconsejable que hagas la cama para que el dormitorio se vea ordenado. Se trata de una actividad muy simple y sencilla que sólo te llevará unos 5 minutos y con la que consigues organizar tu dormitorio. ¡No es excusa la pereza! Lo ideal es hacer la cama antes de vestirte y salir a trabajar.
Limpiar el baño diariamente
El baño es una zona de la casa que siempre debe estar limpia y sin restos de suciedad. Para ello, coge un par de toallitas húmedas y limpia a diario el lavabo de los posibles restos de jabón o de pasta de dientes. No te olvides de limpiar el inodoro y el suelo del baño. Este hábito tan sencillo te ayudará a conseguir un espacio reluciente y limpio, pero una vez a la semana deberás limpiarlo más en profundidad.
No dejar acumular los platos y vasos sucios
Es muy normal en muchas casas, terminar de comer y dejar para más tarde los platos y vasos de la comida. Dedica 5 minutos a limpiarlos justo después de comer y conseguirás que tu cocina se vea limpia y totalmente ordenada.
Ropa guardada y ordenada
Es importante evitar el mal hábito de llegar de la calle y dejar la ropa tirada por cualquier zona de la casa. En el caso de que esté sucia, métela en el interior de la lavadora y si tienes pensado ponértela otra vez, puedes guardarla en algún sitio en la que tengas a mano. Con este sencillo hábito conseguirás que la casa esté perfectamente organizada y sin nada de desorden.
Nada de polvo
Es normal que con el paso de los días se vaya acumulando polvo y suciedad en diferentes zonas de la casa, para evitarlo sólo tienes que coger un paño y una pequeña escobilla y eliminarlo a diario. Con sólo 5 minutos al día conseguirás que tu casa esté siempre limpia y sin nada de polvo.