Una sola fotografía logró convencerme. No hubiera sido necesario continuar el recorrido; tenía claro que este apartamento protagonizaría nuestro tour este lunes. ¿Por qué? Por la personalidad que las paredes del salón imprimen a este gran espacio. Parecen de otro siglo, ¿verdad?
Lo habitual cuando se adquiere una vivienda es borrar cualquier señal que el paso de los años haya dejado en las paredes. Sin embargo, en esta vivienda de la ciudad de Gotemburgo, se ha obrado a la contra. Se han avejentado las paredes con un gran trabajo de pintura, reforzando así el carácter de la vivienda.
Únicamente se ha aplicado este efecto a las paredes del salón; un espacio de gran tamaño y abundante luz natural. Ampliarlo al resto de habitaciones hubiera resultado, bajo mi punto de vista, un error. El efecto resulta muy llamativo y hubiera recargado en exceso los diferentes espacios.
Mas allá de las paredes, el salón está cuidadosamente decorado. La zona de descanso resulta de lo mas acogedora gracias a una estupenda combinación de muebles de madera y textiles. Las obras de arte también juegan un papel importantísimo, así como las plantas que no hacen sino reforzar el ambiente fresco y natural de la estancia.
El suelo de madera unifica el apartamento. Se extienden desde el salón a la cocina, amueblada con armarios en tonos grises con un diseño clásico. Una cocina lo suficientemente grande para poder disfrutar de la mesa en familia. Durante el verano, la familia puede sacarle un gran partido también a la terraza, decorada con sencillez e iluminada con una guirnalda de bombillas.
Los dormitorios de la vivienda resultan encantadores. El principal posee una gran cama de matrimonio vestida en tonos neutros combinados. Llama la atención el cartel luminoso sobre la cama que grita «I want it all». El dormitorio infantil, combina muebles antiguos y modernos, logrando un espacio apropiado tanto para el descanso como para el juego.
¿Os gusta el interior de esta vivienda?
Fuente- Daily Dream Decor