Los colores escogidos para decorar cada una de las habitaciones, así como los fantásticos muebles vintage que en ellas se encuentran son responsables del atractivo de este apartamento nórdico. Un apartamento con un amplio y bien iluminado salón que sirve de acceso al resto de habitaciones.
Las habitaciones están pintadas en tonos suaves y frescos. El sutil azul-grisaceo de las paredes se extiende mas allá del comedor hacia el salón primero y el dormitorio, posteriormente. En todas estas estancias se combinan clásicos muebles daneses, la mayoría de ellos heredados de la familia, con piezas modernas.
Llama la atención en la sala de estar la gran librería que enmarca la puerta hacia el dormitorio. Es una estantería ligera visualmente, en la que se combinan libros con pequeñas esculturas y recuerdos familiares. Destacan además la alfombra marroquí, el sofá de piel y la mesa de mármol blanco.
El comedor es posiblemente la habitación que mas ha llamado mi atención.Me encanta como juegan con el color y la luz las sillas Oak, diseñadas por el holandés Piet Hein Eek y la fantástica lámpara a juego hecha por la artista serbia y diseñadora Ana Kras. En el comedor también hay espacio para una pequeña zona de trabajo, muy sencilla pero práctica
La cocina fue restaurada cuando la familia que hoy la ocupa se mudo a la casa. Se conservaron los muebles pero se pintaron de color azul claro y se añadió un frente de azulejos para lograr contraste tanto con la pared como con la encimera de acero inoxidable.
El dormitorio, que se encuentra en la habitación trasera del apartamento, ha sido amueblado de forma sencilla. Con las puertas abiertas, la cama vestida con una colcha y unos almohadones blancos, puede verse desde el comedor. Una silla sirve de mesita y dispone de un amplio armario empotrado de arriba abajo.
¿Te gusta la decoración de esta casa?