Hoy día poder contar con techos altos es un auténtico privilegio; o bien vivimos en un piso de construcción antigua o hemos planificado nuestra casa de forma personalizada. En cualquiera de los casos, una construcción de una sola planta con buena altura puede adquirir nuevas perspectivas construyendo un altillo que ayude a distribuir las estancias en dos niveles, creando así ambientes diferenciados y aprovechando la luz al máximo si elegimos bien su ubicación.
A veces la falta de espacio nos obliga a realizar un altillo para ubicar el dormitorio, que de ese modo queda separado del resto de los cuartos que se utilizan en horario diurno; una barandilla acristalada permitirá que la luz de las zonas principales alcance la habitación haciéndola más acogedora y diáfana, además de facilitar la comunicación entre ambas plantas.
Sin embargo, en una casa de envergadura podemos optar por utilizar el altillo para colocar el comedor, que se convierte en un espacio independiente del salón donde comer, disfrutar de una sobremesa o trabajar con total intimidad; es una manera de rentabilizar la mesa de comedor para otros usos.
Los altillos son también prácticos como biblioteca y zona de lectura; una estantería de obra, un sillón cómodo y una lámpara de pie son elementos suficientes para que podamos disfrutar de un rincón apartado en el que relajarnos o concentrarnos a leer sin ruidos o interrupciones. Aunque parezca obvio, siempre habrá que poner voluntad para no ir almacenando cosas inservibles que acaben transformando el altillo en un desván o un trastero multiuso, porque la acumulación de polvo hará que no volvamos a aprovechar ese hueco para un uso verdaderamente funcional.
Más información – Construir un altillo para ganar espacio
Fuentes – Houzz, Interiorismos, Interiores
Impresionantes! Es como otra vivienda!