Sin duda nunca imaginé cómo un autobús escolar se podía convertir en una casa móvil tan bonita. Hank Buttita es el protagonista y el autor de esta obra magnífica. Hank, cuando iba a la escuela de arquitectura dibujaba edificios que sabía que no iban a existir, para clientes que eran imaginarios y con detalles muy complicados incluso de entender. A Hank le gusta explorar todos los detalles y descubrir las posibilidades a escala completa, por eso decidió transformar un autobús escolar en una casa móvil.
El autobús lo compró por 3.000 dólares y se gastó otros 6.000 dólares en arreglos para que se pudiera convertir en casa, por lo que por 9.000 dólares ha podido tener su casa móvil, y además construida, pensada y diseñada desde su mente y para satisfacer sus necesidades.
Uno de los objetivos principales durante la fase del diseño fue desarrollar un espacio de vida abierto y que no fuera muy agobiante. Con el fin de lograr esto, eliminó cualquier mueble o idea de estructura que quedase por el borde inferior de la ventana. Esto le permite que el espacio sea un continuo, manteniendo las líenas rectas y claras y que se puede ver todo el espacio de una punta a otra, tanto si estás tumbado como sentado.
Por eso ha logrado desarrollar un sistema de pared delgada integrando la estructura, aislándola y pudiendo añadir electricidad. El techo está cubierto de contrachapado flexionado por comprensión y el suelo es un suelo recuperado de un gimnasio.
Tiene una zona de asientos, dos camas y mucho espacio de almacenamiento. Tiene cocina y cuarto de baño y además todo está decorado con madera y aporta gran calidez a las estancias. Además las ventanas también ayudan a crear una sensación de amplitud ya que la luminosidad que entra es espectacular.
Sin duda es una buena casa para salir de vacaciones a recorrer kilómetros, ¿verdad? ¿Qué te parece esta casa móvil de Hank Buttita?