Los carros camarera suelen ser una de las piezas de mobiliario más bonitas y decorativas, pero al mismo tiempo elementos a los que se le saca poco partido, sobre todo teniendo en cuenta que no son precisamente muebles baratos. Más allá de comidas familiares o cocktails con amigos, la camarera se suele relegar a un rincón de la cocina el resto del tiempo, e incluso en muchos casos acaba viviendo en el desván o el trastero.
Proponemos aquí diferentes maneras funcionales de reutilizar estos carros, aprovechando su facilidad de movimiento y ligereza, su capacidad como organizador en varias alturas o la elegancia de sus formas limpias y refinadas. En la imagen superior han sacado de contexto el Tea Trolley del diseñador finlandés Alvar Aalto para convertirlo en una mesa de centro y protagonista central del salón.
También puede resultar útil como pequeña librería móvil, mueble portátil para un televisor, o como mesa auxiliar junto al sofá donde colocar objetos decorativos, revistas o una lámpara de lectura. Cualquier modelo antiguo o de espíritu vintage aportará un toque singular a la estancia; los carros metálicos con baldas de cristal darán un estilo decó afrancesado al salón.
Con camareras de tamaño reducido se puede montar una mesilla de noche donde tener todo a mano en el dormitorio, ideal para quienes disfrutan leyendo varios libros a la vez o se llevan el trabajo a la cama. Una simple lámpara de pinza sujeta en un lateral servirá como flexo de noche adaptable a cualquier altura.
El recibidor es un lugar estupendo donde colocar una camarera; no ocupa mucho espacio, sirve como elemento de ordenación, y resultará muy cómodo para dejar los zapatos, vaciar los bolsillos o apoyar el bolso. Un modelo plegable se puede reinventar a modo de jardinera o porta-macetas donde tener las plantas, como plantean en el blog La Lole.
Si nuestra camarera es estrecha y de tonos neutros, encajará perfectamente en el aseo como estantería para los accesorios de baño o como consola para los perfumes y el maquillaje. El de la izquierda es el modelo Happy Time que Alfredo Häberli diseñó hace unos años para BD Barcelona, una pieza pensada inicialmente como carrito para locales y restaurantes que sin embargo ha ido encontrando con el tiempo diferentes usos gracias a su estilo minimalista y versátil.
Más información – Reutilizar cajas y botes como decoración
Fuentes – Design Happens, Home Jelly, Houzz, La Lole blog, Três studio blog
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precioso ,el que mas me gusta es el de la primera foto