El sofá cama es uno de esos muebles que debería haber en todas las casas gracias a su funcionalidad y versatilidad. Mientras que por el día es un cómodo sofá, por la noche puede usarse como cama para algún invitado que quiera dormir en casa.
A la hora de elegir un sofá cama hay que tener en cuenta una serie de aspectos para que el mueble sea el más adecuado según las necesidades de la persona.
Fácil de usar
Si vas a usar con frecuencia el sofá cama es importante que el modelo elegido se abra con facilidad y no entrañe demasiados problemas para ello. A día de hoy puedes encontrar en el mercado numerosos modelos que te permiten cerrar el sofá con la cama hecha, algo que se agradece si se usa a diario.
Decorativo
Aunque hace unos años el sofá cama no era especialmente bonito, a día de hoy hay cientos de modelos en el mercado realmente atractivos y que ofrecen líneas decorativas perfectas para darle un toque especial y actual a tu casa. Para darle más presencia a dicho sofá puedes decorar el mismo con cojines y elementos textiles que vayan a juego con el conjunto del mueble.
Espacio disponible
Antes de comprar un sofá cama en concreto debes tener en cuenta el espacio físico que tienes en casa. Es aconsejable que lo midas tanto cerrado como abierto para evitar sorpresas posteriores. Es esencial poder moverse por la estancia con facilidad a pesar de tener abierto el sofá cama.
A día de hoy puedes encontrar varios modelos de sofá cama, de esta manera se encuentran aquellos que se abren como un libro, otros que se deslizan a la hora de sacar el colchón y otros modelos que consisten en desplegar toda la cama. Estos últimos son los mejores para el uso diario ya que pueden cerrarse con la cama hecha.