La cocina es un lugar de la casa en la que nos pasamos bastante tiempo trabajando. Uno de los factores de una buena cocina es que sea muy funcional, con espacio de trabajo y almacenaje, pero en todo caso nunca queremos ni debemos renunciar a tener una bonita cocina con espacios llenos de encanto. En esta ocasión veremos una cocina con estilo rústico marcado, con unas geniales paredes de ladrillo que le dan mucha autenticidad.
Esta cocina destaca por tener un estilo de campo marcado, con esas sillas vintage de madera, las damajuanas con velas, los utensilios de madera y la pared de ladrillos. No obstante, no renuncian al toque más moderno, con los accesorios y grifos de cobre y las puertas en madera de color negro, que le aporta una gran elegancia y sofisticación que contrasta con el ladrillo de las paredes que parece desgastado y con la pintura sin cuidar, un efecto que se busca para que parezca más rústico.
Estas paredes de ladrillos son muy inspiradoras y se han convertido en un elemento que todo el mundo quiere tener en el hogar. Incluso se han creado falsas paredes de ladrillo para imitar a las de verdad. En este caso vemos una idea muy divertida, en donde estas paredes de ladrillo son imitadas suponemos que con un papel pintado para el fondo del carrito auxiliar de la cocina, de forma que todo vaya a juego. Una idea muy creativa y divertida, que pone de manifiesto la importancia de este elemento en la cocina.
En esta cocina han querido que haya un poco de todo, con toques modernos y otros más rústicos y de campo. Encontramos una estantería DIY hecha con un simple cajón de madera antiguo, una idea estupenda para darle el toque rústico, también si usamos latas como floreros. El mimbre y la madera son dos materiales ideales para este tipo de cocinas.