Líneas rectas, colores neutros, sobriedad en cuanto a elementos decorativos… cuando hablamos de minimalismo nos vienen a la mente, entre otras, esas características. Hoy aplicamos este concepto a las cocinas logrando espacios limpios, fáciles de limpiar y por los que resulta cómodo moverse.
Para contrarrestas la frialdad que en algunos casos los espacios minimalistas transmiten, utilizamos madera en muebles e incluso suelos. Maderas en tonos naturales y generalmente claros para que no oscurezcan el espacio que se combinan con otros materiales como mármol, cerámica o acero inoxidable.
Seguro que estáis cansados de oírnos decir que la madera es un material cálido y que por tanto resulta apropiada en aquellos espacios mas fríos. Hoy aplicamos este concepto a cocinas de estilo minimalista caracterizadas por contener muebles sencillos de líneas rectas y apostar por la sobriedad en todos sus sentidos.
La madera en tonos naturales es la mas apropiada para aportar la calidad que un espacio así puede requerir. Los tonos claros serán los mas adecuados en espacios pequeños y/u oscuros. El binomio madera-inoxidable puede resultar en estos espacio especialmente interesantes; el acero inoxidable refleja la luz y proporciona luminosidad al espacio.
Otra forma de lograr espacios mas luminosos es combinar los muebles de madera con encimeras blancas compactas o de piedras naturales y frentes de cocina cerámicos en tonos claros. Los colores oscuros quedan reservados para cocinas amplias y luminosas, en las que podremos jugar con distintos tonos en los muebles sin recargar el ambiente.
Para lograr un estilo minimalista será necesario utilizar muebles sencillos de líneas rectas. Muebles con puertas lisas y tiradores discretos que escondan e integren armarios y pequeños electrodomésticos. Lograr espacios limpios es una de las prioridades de este estilo, un estilo que huye del exceso y que prima la practicidad, comodidad y fácil limpieza.