Con la llegada de la primavera, estamos deseando que la luz y los colores entren en nuestro hogar. Sin embargo, no siempre contamos con la mejor iluminación. Pero esto no es razón para no disfrutar de unas estancias más claras y luminosas, gracias a unos sencillos trucos que te proponemos.
Los ambientes claros y luminosos son muy relajantes, y son ideales durante el verano, cuando la luz del sol dura más y nos permite disfrutar de esta claridad. Si quieres sacarle el máximo partido a la luz que entra por los ventanales, no te pierdas nuestros consejos.
Los tonos claros son fundamentales a la hora de apostar por un ambiente lleno luminosidad. El blanco es ideal, ya que refleja mucho más la luz. El estilo nórdico se caracteriza por usar mucho blanco, con estancias llenas de luz y claridad. Además, es una moda realmente atemporal, que no pasa de moda, y que siempre se puede adaptar a todo tipo de mobiliario y de tendencias.
Los colores luminosos también se pueden incluir, como el amarillo, que aportan mucha intensidad y claridad al mismo tiempo. Si no deseas estos tonos tan intensos, puedes decantarte por los claros tonos pastel, como el rosa o el azul claro, los cuales siguen aportando luz y color.
En la cocina, puedes utilizar los azulejos como superficies reflectantes, este es un truco ideal para añadir luz. los espejos, el metal y los azulejos hacen que la luz aumente dentro de las estancias, por lo que es una idea fabulosa. Las cocinas llenas de luz resultan mucho más acogedoras, por lo que no dudes en usar cristales y azulejos para aportar luz.