No hay una decoración más romántica para un dormitorio que usar el color blanco como principal protagonista de la estancia. No hablamos de darle un toque, sino de crear una habitación en la que todos los elementos sean de este color blanco.
Una de las ventajas de recurrir al color blanco para decorar por completo una habitación es que este tono le da una especial luminosidad al espacio, especialmente si tiene grandes ventanas por las que entra la luz que rebota en cada una de las paredes y se multiplica por la estancia.
Además, el blanco es un color relajante, que nos incita a descansar y a entrar en un espacio limpio, y especialmente pulcro.
Además, el blanco es un color que es neutro, en cuanto a las personas que puedan usar el dormitorio. Se adapta tanto a niños, como matrimonios y jóvenes, según el toque particular, en función de la personalidad del ocupante. Un poco de imaginación y una cierta capacidad de adaptación a lo que sabemos le gusta al dueño de la habitación serán más que suficientes.
En este sentido, a la hora de adaptar la decoración de un dormitorio de color blanco, no nos podemos olvidar de los complementos, todos ellos en riguroso blanco, más o menos sobrios, más o menos festivos o infantiles. La cuestión es adaptar las necesidades de cada uno y apoyarse en la elección de un mobiliario acorde con su identidad.
Fuente: Hogar útil
Fuente imagen: Casas decoración, El pais de Sarah