El dormitorio suele ser una zona de descanso, aunque en algunos casos también se convierte en el refugio personal de cada uno. Elegir el color adecuado para esta zona de la casa depende de muchos factores. Desde el gusto de la persona a lo que busquemos transmitir y el tipo de decoración que tengamos o las tonalidades que ya haya en los muebles y complementos.
Según todas estas cosas podemos elegir entre una amplia gama de colores. A la hora de decidirnos podemos tener en cuenta unas cuantas cosas de las que os vamos a hablar. Así podremos escoger el color que resulte más adecuado en todo momento para el dormitorio del hogar.
Dormitorios infantiles
En los dormitorios infantiles es en donde podemos incluir más color. Colores vivos y divertidos, amarillos, rojos, azules o rosas mezclados. Hoy en día hay muchas posibilidades, pero a los niños suelen gustarle los colores más fuertes y luminosos. Con ellos podemos atrevernos con cualquier color, pero que sea alegre.
Elegir tonos suaves
En general, en los dormitorios de adultos vamos a escoger tonos suaves. Esto es así porque estas tonalidades invitan al descanso. Los tonos pastel o los colores más suaves, como el beige o el blanco, que aporta mucha iluminación, son elecciones perfectas para el dormitorio. También el azul, que es el color más relajante, en su versión suave.
Tonos fuertes con moderación
Si nos gustan los tonos fuertes y es lo que queremos incluir, debemos pensar que estos deben usarse con moderación. Porque nos cansamos antes de ellos y también porque nos quitan mucha luz.
Busca un equilibrio
Al añadir colores no debemos volvernos locos. En general, se dice que no debemos añadir más de tres colores. Uno debe ser el protagonista, otro el secundario y el tercero solo aparecer en pequeños toques.