El papel pintado se ha vuelto muy popular y es tendencia, así que a muchos les toca ponerse manos a la obra con la tarea de empapelar paredes para disfrutar de los exclusivos diseños que solo tienen los papeles pintados. Le dan un toque muy diferente a cualquier espacio, por lo que sin duda es una gran apuesta, y con el cuidado y las herramientas adecuadas todos podemos convertirnos en unos buenos empapeladores de pared.
Os vamos a contar los pasos sobre cómo empapelar una pared. Es imprescindible seguir las instrucciones, así como tener todo calculado y contar con las herramientas precisas. En el caso del empapelado también es necesaria una buena dosis de paciencia, por lo que os contamos todo lo que debéis hacer a continuación.
Índice
Preparar las paredes
Las paredes deben estar totalmente limpias, ser lisas y no tener ninguna grieta. Es decir, que si hay agujeros habrá que repararlos con masilla, y si tenemos la típica pared de gotelé debemos igualarla para que el papel pintado se quede pegado. Antes de nada también debemos limpiarla porque lo más probable es que tengan restos de polvo y suciedad. Con un trapo húmedo hay que limpiarla y dejar que seque totalmente.
Materiales necesarios
Para realizar todo el proceso de empapelado de las paredes tienes que conseguir una cinta métrica para medir. Una mesa amplia te ayudará con el trabajo, y necesitas la cola, un recipiente para mezclarla y una brocha. También un cepillo, rodillos pequeños, tijeras o un cutter y escalera. Estos son los materiales básicos para empapelar una pared nosotros mismos.
Calcula lo que necesitas
A la hora de saber la cantidad de papel que necesitamos tenemos que medir las paredes y dependiendo del ancho de los rollos calcular cuánto necesitamos. Normalmente se dejan unos centímetros arriba y abajo para luego cortar lo que sobra, de forma que ajustemos todo mucho mejor. Con la cinta métrica nos haremos una idea de la superficie de la pared y una tengamos localizado el papel y sepamos su anchura podremos calcular todo lo que necesitamos, comprando siempre un poco más del estrictamente necesario por si hay algún fallo a la hora de ponerlo.
Encola el papel pintado
Cuando tengamos los rollos de papel cortados a lo largo, tenemos que encolarlos en la parte de atrás. Para ello hay que preparar la cola, que normalmente viene en forma de polvo y se mezcla con agua para crear un engrudo que se usa sobre el papel. Debemos hacernos una idea de la cantidad de cola que vamos a necesitar. Para unos 10 rollos de papel se necesitan unos ocho litros de cola. Hay que aplicarla del centro a los bordes, impregnando bien todo o bien desde arriba. Es importante que quede bien impregnado todo el papel. A continuación, se debe plegar sobre sí mismo y dejar reposar unos diez minutos para que la cola penetre bien en el papel. Mientras dejamos esa tira reposar ya podemos encolar otra. Al plegarlos no hay riesgo de que se pegue la cola.
Comienza a pegar
Debemos comenzar por la parte superior y por una esquina. Debe ponerse al milímetro, porque si el primero va mal, los demás también. Lo pegaremos y a continuación utilizaremos el cepillo del centro hacia afuera para evitar que se formen burbujas en el papel y que quede así bien pegado a la superficie.
Cuidado con el dibujo
Esta es una de las cosas que más preocupa a todo el mundo, y es que los dibujos deben hacerse coincidir para que el papel pintado quede bien. Simplemente hay que hacerlo con cuidado y paciencia. Los papeles deben ir justo al lado, nunca uno sobre otro, y podemos utilizar un pequeño rodillo para unirlos todavía más. Esta sin duda es la parte más complicada de todas y con la que debemos tener más cuidado. Siempre resulta más fácil si son dos personas las que colocan el papel. Mientras uno lo aguanta el otro lo cuadra bien con la tira anterior para que quede perfecto. Aunque sobre arriba y abajo eso se retira más tarde.
Evita las burbujas
Esta es una parte muy importante, y es que si el papel queda con burbujas no solo quedará mal , sino que se estropeará mucho antes. Así que debemos utilizar bien el cepillo sobre la superficie del papel para que quede muy bien pegada. Nos aseguramos con la mano de que no queda ninguna burbuja sobre el papel.
Corta lo que sobra
Cuando el papel ya está instalado sobre la pared, tendremos siempre una parte sobrante arriba y abajo y en las zonas en las que hay por ejemplo interruptores de la luz. Es entonces cuando podemos utilizar un cutter para quitar lo que sobra. Se debe ir presionando con una espátula para saber exactamente en dónde tenemos que cortar con la cuchilla. De esta forma el corte será recto y limpio.