Los kilims resultan muy atractivos gracias a sus geometrías y combinación de colores, por lo que no debe extrañarnos la popularidad de la que gozan actualmente. Tejidos a mano en lana, yute y algodón en lugares como India, Irán, Turquía o Pakistán son ideales para dar color a cualquier habitación. Descubre cómo incorporar Kilims en la decoración de tu hogar y únete a esta tendencia.
El auge de este tipo de alfombra en la decoración actual es innegable. Considerados hasta hace nada un elemento de una categoría inferior que las alfombras tradicionales, han conseguido conquistarnos gracias a su encanto. Y son tantas las formas en las que podemos utilizar los kílims en nuestro hogar… ¡Descubre algunas!
¿Qué es un kilim?
Comencemos por el principio: ¿Qué es un kilim? ¿En qué se diferencia de las alfombras tradicionales? Según la definición de la RAE (Real Academia Española) un kílim es un tipo de alfombra con unas características determinadas: grosor escaso, motivos geométricos y colores vivos.
Al igual que la mayoría de alfombras, los Kilims tienen su origen cultural y geográfico en Oriente central. Estos, sin embargo, eran utilizados únicamente para uso doméstico, ya que se consideraban de una categoría inferior a las alfombras por estar menos elaborados.
A diferencia que las alfombras, los kilims constan únicamente de trama y la urdimbre, no tienen nudos. Esto los hace mas planos, ligeros y livianos que las alfombras pero también menos resistentes al paso del tiempo.
Cómo incorporar Kilims a tu hogar
Abordamos ahora el tema de este artículo: Cómo incorporar Kilims a tu hogar. Los kilims, al igual que las alfombras, se pueden utilizar de muchas y diferentes formas. Es obvio que podemos utilizarlas para aportar carácter y calidez a nuestros suelos, pero os proponemos hoy además en otros usos en los que probablemente no hayas pensado:
Como alfombra, para delimitar espacios
Los kilims tienen un toque étnico que tiene cabida en cualquier habitación de la casa a la que se desee apostar personalidad y color. Son, como las alfombras, grandes aliados para delimitar diferentes espacios dentro de una misma habitación.
En un gran espacio en el que salón y comedor compartan espacio, puedes darle protagonismo al comedor colocando un kilim en el espacio que ocupa la mesa de comedor y las sillas. En un salón, puedes crear un llamativo rincón de lectura colocando un kilim pequeño a los pies de una butaca. Pero además, como ya hemos mencionado puedes utilizarlos en muchas otras habitaciones: recibidores, dormitorios, estudios…
Superpuestos en el suelo
Los kilims son planos y ligeros, lo que permite colocar dos o más kilims juntos en el suelo. Si buscas aportar a un determinado espacio un toque bohemio y encantador, esta es una fórmula a tener en cuenta. Para que no resulte excesivo, eso si, deberás seguir algunos consejos.
Procura que todos los kilims que utilices tengan un color o varios en común. Lograr cierto equilibrio con los colores, te permitirá jugar con kilim de tamaños o texturas diferentes sin miedo a que el conjunto resulte demasiado.
También puedes jugar con conjuntos menos atrevidos, colocando kilims de vivos colores sobre alfombras de fibras vegetales en tonos lisos y neutros como la que se muestra en la imagen central inferior. Esto te permitirá además cambiar la apariencia de la habitación con muy poco.
En la pared
Al ser los kilims ligeros, pueden colocarse fácilmente en la pared como tapiz. Pueden lucir de maravilla en la pared principal del dormitorio ejerciendo de cabecero. Pero también en la pared tras el sofá o el banco de la entrada a casa.
Si bien puedes utilizar tiras adhesivas para fijar en la pared los kilims mas ligeros, lo ideal es proporcionarles un soporte rígido. Puedes colgarlos sobre un listón de madera, pero también crear un marco para estos.
Otra forma de exponerlos en la pared que ha llamado nuestra atención y no dudaríamos en utilizar es la de enmarcarlos como si de un cuadro se tratase protegiéndolos con un cristal. Así evitarás que cojan polvo y que sus colores se muden.
Como respaldo en el sofá
Entra las muchas ideas para incorporar Kilims en la decoración esta es una de las menos populares y sin embargo una de las mas atractivas. ¿Tu sofá siempre te ha parecido soso? ¿Está ya viejo y desluce el salón? Si no luce pegado a la pared, colocar un kilim en su respaldo puede transformarlo.
Los kilims mas ligeros son perfectos para enlucir un sofá soso, pasado de moda o desgastado. Déjalo caer en el respaldo, de forma que cubra la parte trasera del sofá y aporte algo de color a la parte delantera sin molestarte, como si de una manta se tratara.