Mantener una buena higiene en la cocina es esencial. Es el lugar en el que manipulamos y preparamos los alimentos y esta debiera de ser razón suficiente para mantener una rutina de limpieza diaria. Pero además de esta será necesario saber cómo limpiar los muebles de cocina con una mayor profundidad.
Acostumbrarse a recoger la cocina después de preparar la comida y dedicar diez minutos cada noche a la limpieza de este espacio puede ser suficiente para mantener un nivel de higiene óptimo. ¿Sueles hacerlo? Hoy hablamos largo y tendido de la limpieza de la cocina, deteniéndonos en la limpieza de muebles, superficies y electrodomésticos.
Los muebles
La madera tiene un gran protagonismo en nuestras cocinas. Es uno de los materiales mas populares en la fabricación de muebles y de los mas buscados gracias a su resistencia y su durabilidad. Aunque será necesario un buen mantenimiento para que no pierdan su buena apariencia.
Será recomendable limpiar los muebles de cocina en días alternos con un paño ligeramente húmedo con el fin de quitarles el polvo y la suciedad que se acumula principalmente en juntas y relieves. Los acabados de los muebles de cocina protegen a estos de posibles rozaduras y la humedad. Sin embargo, nunca será aconsejable utilizar para su limpieza un exceso de agua o productos abrasivos como la lejía o el amoniaco pudiendo evitarlo.
Los muebles de la cocina están muy expuestos a la suciedad y a la grasa, por lo que una vez a la semana será conveniente hacer una limpieza mas profunda con un estropajo suave y una solución de agua tibia y jabón neutro. Si dejas que la grasa se acumule en exceso -no debiéramos llegar a ello- podría ser necesario, además, el uso de vinagre blanco para hacerle frente. Puedes emplearlo sin diluir o ligeramente diluido sobre un paño para limpiar los armarios. Cuando termines, aclara los armarios, pasa un paño seco y deja la cocina ventilada para que sequen bien.
Superficies de acero inoxidable
Las nuevas tendencias de decoración han acrecentado el protagonismo del acero inoxidable en nuestros hogares. Además de encontrar este material en pequeños y grandes electrodomésticos, lo hacemos también en encimeras y muebles de cocinas de estilo industrial.
El acero inoxidable es un material poco poroso por lo que no absorbe muchos residuos. Limpiarlo es relativamente sencillo, aunque debes prestar atención a cómo y con qué lo limpias para no dañarlo. Es un material que se raya con facilidad, por lo que siempre debes utilizar un paño suave de microfibra para hacerlo.
Además del paño necesitarás un producto de limpieza. Puedes utilizar productos específicos para el acero inoxidable, pero no es necesario. Existen muchas soluciones caseras para evitar utilizar productos químicos de ese tipo, como el bicarbonato de sodio y el vinagre. El primero se utilizan en polvo sobre las superficies, y puede mezclarse con agua o vinagre para limpiar y pulir este material.
El fregadero
Para limpiar el fregadero, donde normalmente se acumula tanto cal como grasa, utilizaremos primero el bicarbonato, que extenderemos con una esponja húmeda en el mismo sentido que el patrón del acabado. Después, sirviéndonos de una botella con atomizador rociaremos el vinagre y lo dejaremos actuar 10 minutos. El vinagre reaccionará con el bicarbonato y se formará un espuma que nos ayudará a retirar toda la suciedad adherida a la superficie del fregadero. Pasados 10 minutos, solo tendremos que enjuagar el fregadero con agua y secarlo con un trapo para que quede limpio y brillante.
La nevera
Limpiar y desinfectar la nevera semanalmente ese esencial para tener la tranquilidad de que los alimentos que conservas en ella se encuentran en las mejores condiciones. Aprovecha el día que hagas la compra, cuando esté casi vacía y antes de volverla a llenar, para que resulte mas sencillo.
Para limpiar la nevera vacía esta y retira las baldas, los estantes, los cajones y todo lo que sea extraíble. Prepara un barreño o llena el fregadero con agua tibia y añade un buen chorro de vinagre blanco y una cucharada de bicarbonato. Limpia todos los elementos que has sacado de la nevera con esta mezcla y seca con una bayeta.
Después prepara un pulverizador con agua y vinagre blanco. Rocía la mezcla sobre las paredes de la nevera y limpia el interior con esta mezcla y un estropajo. Seca con un paño limpio humedecido en agua y asegúrate de eliminar cualquier resto de suciedad de las juntas.
Conclusiones
Además de recoger la cocina tras su uso es aconsejable cada noche limpiar los muebles de cocina con una bayeta húmeda y enjabonar la encimera con un estropajo suave. Puedes hacerlo mientras dejas actuar durante 10 minutos la solución de limpieza utilizada para limpiar el fregadero. Después solo quedará fregar el suelo para poder olvidarte de la cocina hasta el día siguiente.
Semanalmente, no le vendrá mal a la cocina una limpieza mas profunda en la que se incluya tanto la limpieza de la nevera como la del resto de electrodomésticos, siguiendo los pasos que te recomendábamos hace tiempo en Decoora. Y también tendrás que encargarte del interior de los armarios al menos una vez al mes.