Cuando la pintura de la campana empieza a burbujear, pelarse o mostrar manchas, el conjunto de la cocina se ve envejecido aunque todo funcione bien. La buena noticia es que renovar el extractor con pintura es un proyecto asequible que puedes hacer en casa y que, bien hecho, resiste calor moderado, vapor, grasa y limpieza frecuente.
Antes de lanzarte, conviene tener claros algunos puntos clave: el extractor combina materiales distintos (metal liso o texturizado, plásticos en tiradores y panel de control), y cada uno exige su preparación. También debes elegir la pintura adecuada (preferiblemente resistente al calor), decidir el acabado (mate, semibrillo o metálico) y valorar si vas a sellar con una capa protectora para minimizar desconchones y facilitar el mantenimiento.
Qué debes saber antes de empezar
La preparación lo es todo: un buen desengrasado y un lijado suave marcan la diferencia entre un acabado duradero y uno que se descascarilla a los pocos meses. Desconecta el extractor, retira filtros y, si es posible, desmonta las piezas que te estorben. Trabaja en un lugar bien ventilado y protege los muebles altos, encimera y zona de cocción con plástico y cinta de carrocero.
Si tienes a mano un sustituto del TSP (fosfato trisódico), úsalo como desengrasante para eliminar restos de humo y aceite. Este paso no sustituye a la imprimación: el TSP limpia, pero no mejora por sí mismo la adherencia de la pintura. Después del desengrasado, seca bien con paños sin pelusa.
La mayoría de campanas no alcanzan temperaturas extremas en su carcasa exterior, pero conviene optar por una pintura que aguante calor moderado y sea lavable. En la zona frontal, cerca de la placa, una esmalte para electrodomésticos o una pintura de alta resistencia al calor y a los químicos domésticos te dará mejores resultados a largo plazo.
No olvides la seguridad: usa mascarilla adecuada para vapores de pintura, guantes y gafas. Aunque pintes a ráfagas y a cierta distancia, el spray genera niebla fina; una ventilación correcta y la protección del entorno evitan sustos y manchas imprevistas.
Materiales y herramientas recomendadas

Reunir todo antes de empezar te permite trabajar sin interrupciones y mantener una secuencia de aplicación correcta. Piensa en superficies diferentes: metal (liso o texturizado) y piezas plásticas que necesitan tratamiento específico.
- Desengrasante potente o sustituto de TSP para la limpieza previa.
- Lijas finas: grano 500 para el mateado general y grano 320 para eliminar óxido localizado.
- Cinta de carrocero y plástico protector para cubrir muebles, mandos, logos, ventanas y áreas que no quieras pintar.
- Pintura en spray para electrodomésticos o de alta resistencia al calor (según zona y uso).
- Imprimación anticorrosiva para metal expuesto u oxidado; promotor de adherencia para plásticos.
- Para acabados metálicos: pintura efecto acero, aluminio o cobre si buscas un look más decorativo.
- Barniz transparente: poliuretano ultra resistente para químicos e impactos, o transparente compatible con temperatura si requieres resistencia térmica añadida.
- Paños de microfibra, guantes, mascarilla y gafas de protección.
Si quieres un efecto decorativo especial (como una pátina de cobre), tendrás que sumar un spray base color cobre y, después, aplicar técnicas de veladura con tonos verdosos/azules o emplear un kit de pátina específico compatible con la pintura base; para técnicas en superficies metálicas expuestas al calor, consulta cómo pintar un quincho con parrilla.
Preparación de la superficie: limpieza, lijado y protección
Empieza por desconectar el extractor y retirar filtros y embellecedores si se pueden desmontar sin complicaciones. Cuanto más accesibles tengas las superficies, más cómodo será lijar, limpiar y pintar a conciencia.
Elimina la grasa con desengrasante o sustituto de TSP, insistiendo en las zonas cercanas a la placa donde tiende a acumularse aceite. Enjuaga o retira el producto según indique el fabricante y seca correctamente. Una superficie sin grasa es clave para que la pintura no repte ni forme ojos.
Mateado general: lija con grano 500 todo el metal (liso o texturizado) y también las áreas plásticas que vayas a pintar. El objetivo no es quitar toda la capa vieja, sino crear mordiente para que la nueva pintura agarre con uniformidad. Retira el polvo del lijado con un paño ligeramente humedecido y vuelve a secar.
Protege bien las zonas que no quieras cubrir: tiradores, logos, visores, gomas o el panel de control si decides no pintarlo. Aplica plástico y cinta de carrocero con cuidado, sellando los bordes para evitar que el spray se cuele y aparezcan dientes o rebabas de pintura.
Si la pintura actual está en buen estado
- Desconecta el aparato y colócalo en un área ventilada. Usa mascarilla y guantes para evitar inhalaciones.
- Mateado suave: lija todas las superficies a pintar con lija fina de 500, tanto metal como plástico.
- Limpieza a fondo con desengrasante; retira polvo del lijado y residuos de grasa para mejorar la adherencia.
- Enmascara meticulosamente con plástico y cinta todo lo que no quieras cubrir de pintura.
- Pinta en spray agitando el bote durante 1 minuto. Pulveriza a ráfagas, a 10–15 cm de distancia, y aplica 2–3 capas finas. Espera 10–15 minutos entre manos y alterna sentido horizontal y vertical para un acabado más uniforme.
- Secado: deja curar al menos 24 horas antes de volver a manipular o usar con normalidad.
- Para guardar el spray, invierte el bote y purga hasta que salga solo gas; así evitas que la boquilla se atasque.
Si detectas óxido o picaduras
- Lija únicamente las áreas oxidadas con grano 320 hasta eliminar el óxido suelto y estabilizar la zona.
- Vuelve a lijar de forma general con grano 500 para un mateado homogéneo.
- Aplica imprimación anticorrosiva en las zonas donde retiraste el óxido. Esta capa frena la propagación y previene que reaparezca.
- Continúa desde el paso de limpieza y enmascarado, y procede a pintar como en el caso anterior.
Si además hay piezas plásticas que vas a pintar (por ejemplo, tiradores o el marco del panel), un promotor de adherencia específico para plásticos mejora sensiblemente la resistencia a los golpes y reduce el riesgo de desconchones en esas zonas.
Imprimaciones y elección del acabado
Una duda muy común: si limpias con sustituto del TSP, ¿necesitas imprimación? La respuesta corta es que la limpieza no sustituye a la imprimación. El TSP o su sustituto eliminan grasa y suciedad, pero la imprimación cumple otras funciones: sellar, nivelar la absorción, bloquear óxido y, sobre todo, favorecer el anclaje de la capa de acabado.
Cuándo usar imprimación: es imprescindible sobre metal desnudo, zonas con óxido ya saneado (imprimación anticorrosiva) y recomendable en plásticos (promotor de adherencia). Si la pintura antigua está en buen estado y la has matizado correctamente, puedes pintar sin imprimar, pero una capa de imprimación compatible ofrece un plus de durabilidad.
Tipos de acabado: el mate disimula imperfecciones, pero tiende a mancharse y puede costar más de limpiar. El semibrillo suele ser el punto equilibrado en cocinas: resulta fácil de lavar, no marca tanto y aporta un aspecto actual. El metálico (acero, aluminio o cobre) realza el look del electrodoméstico y combina con encimeras o acabados industriales.
¿Puedo pintar en mate y luego dar una laca brillante transparente para conseguir brillo general? Sí, un barniz brillante subirá el nivel de brillo y puede asemejarse al lustre de una encimera metálica, siempre que el transparente sea compatible con la base y, si lo necesitas, resista el calor. Otra opción es usar directamente una pintura brillante o metálica si ese es el aspecto final que buscas.
Cómo aplicar la pintura en spray paso a paso
Agita enérgicamente el spray durante un minuto para que los pigmentos y resinas se mezclen de forma homogénea. Haz una prueba en un cartón para comprobar el patrón y evitar salpicaduras iniciales.
Aplica a ráfagas cortas, moviendo el brazo de lado a lado y manteniendo 10–15 cm de distancia. Es preferible dar 2–3 manos finas que una mano cargada que pueda generar chorretones. Mantén la misma velocidad y solapa un poco cada pasada para un acabado regular.
Entre capas, respeta 10–15 minutos (o lo que indique el fabricante). Si necesitas cubrir relieves o texturas, alterna orientación de las pasadas (horizontal/vertical) para llegar a todos los recovecos y evitar zonas veladas.
Finalizada la última mano, deja curar 24 horas antes de tocar con fuerza o limpiar. Si el entorno es frío o húmedo, da más margen. No fuerces la secuencia; una buena curación es vital para que la pintura gane dureza y lavabilidad.
Consejo de mantenimiento del material: al concluir, invierte el bote y presiona hasta que salga solo gas. Este gesto de segundos alarga la vida útil del spray y evita obstrucciones de la boquilla.
Ejemplo de pintar un electrodoméstico
Sellado y protección: ¿barniz sí o no?
¿Es buena idea añadir una capa superior? En muchas situaciones, sí. Un barniz transparente compatible con la pintura aporta mayor resistencia a golpes, limpieza con productos domésticos y desgaste por uso. Si el extractor está muy expuesto o quieres una protección extra, te interesará.
Para cocinas interiores, un poliuretano transparente de alta resistencia funciona muy bien: protege frente a agentes químicos y aporta dureza de superficie. Hay opciones con filtros UV para evitar amarilleo por luz; si bien en interiores no es tan crítico, ese plus de estabilidad siempre suma.
Si tu prioridad es la temperatura, asegúrate de que el transparente sea compatible con calor moderado. En todo caso, respeta los tiempos de repintado entre color y barniz para evitar arrugas o mapeados. Trabajar con sistemas del mismo fabricante reduce riesgos de incompatibilidad.
Caso especial: efecto cobre con pátina en una campana negra
Para lograr una pátina de cobre convincente en una campana negra brillante y que resista el uso real en cocina, combina una base metálica de cobre con una pátina controlada, y sella adecuadamente. Así logras apariencia auténtica y mantenimiento razonable.
Paso a paso propuesto: prepara como siempre (desengrasar, lijado grano 500, limpieza y enmascarado). En zonas plásticas (tiradores, marcos) aplica promotor de adherencia para que el sistema aguante el día a día.
Aplica la base metálica cobre en 2–3 manos finas, a 10–15 cm de distancia, con 10–15 minutos entre capas. Busca un cubrimiento uniforme manteniendo el movimiento del brazo constante y evitando excesos que puedan chorrear.
Para la pátina, tienes dos caminos: un kit de pátina compatible con la pintura cobre (algunos reaccionan para crear tonos verdosos/azules) o un efecto decorativo con veladuras acrílicas en turquesas/verdigrises aplicado con esponja, trapo o pincel seco. Trabaja poco a poco, enfocando esquinas, cantos y zonas de acumulación natural de óxido para una apariencia realista.
Cuando estés satisfecho, sella con un transparente compatible. Un satinado suele resultar muy creíble, pues imita el brillo suave del cobre con pátina y facilita la limpieza frente a grasas. Asegúrate de que el barniz soporte el uso en cocina y el calor moderado y respeta los tiempos de curado antes de volver a usar el extractor.
Respuestas rápidas a dudas frecuentes
Estas son las consultas que más suelen surgir al planificar el repintado de una campana y su solución basada en las prácticas anteriores y la experiencia con electrodomésticos:
- ¿Si uso sustituto del TSP antes de pintar, necesito imprimación? Sí, la limpieza no sustituye a la imprimación. El TSP (o su sustituto) desengrasa; la imprimación asegura anclaje y, en metal oxidado, aporta protección anticorrosiva. En plásticos, usa promotor de adherencia.
- ¿Qué acabado se ve mejor en una campana: mate, semibrillo o metálico? El semibrillo equilibra estética y facilidad de limpieza. El mate disimula defectos, pero se marca más; el metálico aporta un look decorativo moderno y combina con encimeras metálicas.
- Si pinto mate y luego doy transparente brillante, ¿lograré brillo general tipo encimera? Un barniz brillante elevará el brillo y puede emular ese efecto si es compatible con la base y adecuado para cocina. Alternativamente, puedes optar directamente por pintura brillante o metálica.
- ¿Conviene aplicar una capa superior para proteger? Es recomendable si quieres aumentar resistencia a golpes, químicos y desgaste. Un barniz de poliuretano o un transparente resistente al calor (según necesidad) reduce desconchones y facilita la limpieza.
Cuidado, limpieza y mantenimiento
Una vez curada, la pintura aguanta bien el día a día si la tratas con productos adecuados. Limpia con paños suaves y desengrasantes domésticos no abrasivos; evita estropajos duros, y no uses disolventes agresivos que puedan opacar o reblandecer el acabado.
Si aparece alguna marca o pequeño golpe, actúa pronto: un lijado local muy suave, limpieza y una pulverización fina pueden dejar la superficie como nueva. Mantener los filtros limpios reduce la acumulación de grasa en la carcasa y alarga la vida del acabado.
Recuerda revisar cada cierto tiempo los sellados de cinta y juntas tras enmascarados anteriores; si has desmontado piezas, asegúrate de anclarlas de nuevo con firmeza para evitar vibraciones que puedan agrietar la pintura con el uso.
Un buen repintado de extractor transforma la cocina sin romper el presupuesto. Con una preparación concienzuda (desengrasado, lijado y, donde toque, imprimación), la elección correcta de pintura y acabado, y si procede un sellado final, conseguirás un aspecto renovado, resistente y fácil de limpiar, incluso si te animas con un acabado especial como la pátina de cobre bien ejecutada.