El color lavanda abarca numerosos matices; todos ellos, sin embargo, inspiran tranquilidad, cierta nostalgía y romanticismo. Siendo así, no debería extrañarnos que sea un color «popular» cuando se trata de decorar el dormitorio, pudiéndolo aplicar en paredes, alfombras y/o ropa de cama.
¿Como combinamos el color lavanda? Depende lo que queramos conseguir. Blanco, beige y gris constituyen siempre una buena base neutra para hacer destacar este color. Pero no debemos descartar la gama de los verdes; es así como encontramos la flor de lavanda en la naturaleza.
El color lavanda es un color muy femenino. Es un hecho, algo que debemos tener en cuenta y que podemos fomentar o equilibrar, utilizando otros colores. Combinándolo con rosas u otros colores de su misma gama estaremos contribuyendo a que ocurra lo primero; mientras que hacerlo con blancos, grises y otros colores neutros, nos proporcionará un mayor equilibrio.
Quienes no quieran arriesgarse demasiado, apostarán por una base blanca o tostada a la que aportarán color con ropa de cama lavanda en sus versiones mas suaves. Crearán así un espacio idóneo para el descanso, femenino y románico. ¿Otra propuesta? sustituir el blanco de la base por el gris y/o el negro y aportar por un lavanda intenso, logrando así un espacio mas neutro y dramático.
Cuando queremos romper esa hegemonía del lavanda, lo mejor es apostar por la gama de los verdes. Con accesorios menta puedes lograr una combinación de colores pastel muy atractiva y relajante; los verdes ácidos y amarillos, por su parte, aportarán cierta rebeldía, viveza y contraste. Utilízalos con mesura, tienen mucha fuerza.
¿Y los verdes oscuros? Me gustan especialmente cuando se introducen en una habitación blanca con ligeros toque lavanda como la que encontramos en la primera imagen. ¿Te gusta el color lavanda para decorar el dormitorio? ¿De que forma lo combinarías?