Los aromas dan personalidad a un hogar, otorgándole al mismo tiempo una identidad propia. Por este motivo, la elección de un buen aroma es fundamental y variará en función del carácter que queramos dar a nuestra casa: cálido o frío, tropical o romántico. No obstante, además del aroma, también es importante seleccionar el tipo de dispensador que preferimos, es decir, la forma en la que llenaremos nuestro hogar de olores agradables.
A continuación, podréis encontrar diferentes tipos de dispensadores que se comercializan en el mercado.
Difusor de aromas
Los difusores de aromas, también conocidos como difusores aromáticos, son unos pequeños dispositivos, de entre 12 y 15 centímetros, que vaporizan los aromas a través de vibraciones que expulsan las partículas de aceites esenciales. Actualmente, se pueden encontrar diferentes tipos de difusor de aromas. Por ejemplo, se puede optar por un difusor eléctrico o por uno que funcione con pilas.
Asimismo, también existen difusores que necesitan agua para su funcionamiento, creando de esta forma una especie de vapor cada vez que se distribuye por el espacio los aceites esenciales. Por el contrario, aquellos difusores que no mezclan su composición con agua expulsan los aceites directamente.
Ambientadores
Tradicionalmente, han sido los instrumentos más utilizados en los hogares para crear ambientes agradables y limpios. En su caso, también se pueden encontrar diferentes tipos de ambientadores en función de su composición. De este modo, podemos optar tanto por ambientadores químicos como por ambientadores naturales.
Los ambientadores químicos están compuestos fundamentalmente por formaldehido, destilados del petróleo, diclorobenceno y aerosoles propelentes. Por el contrario, los ambientadores naturales están elaborados con alcohol y esencias naturales. En cuanto a los ambientadores, últimamente se han puesto muy de moda los conocidos como mikados: ambientadores conformados por varitas de fibra que evaporan los aromas escogidos.
Velas perfumadas
Las velas aromáticas son, como su propio nombre indica, velas que al encenderlas desprenden un aroma determinado. Como en el caso de los ambientadores, hoy por hoy, existen velas elaboradas tanto con productos químicos como naturales o incluso con una mezcla de ambos a la vez. Uno de los principales beneficios de estas velas es que pueden dotar al espacio de un ambiente concreto en función de nuestro estado de ánimo. Las velas Diptyque son fantásticas para crear justamente entornos con diferentes personalidades.
Al utilizarlas, no obstante, se deben ter en cuenta una serie de precauciones como, por ejemplo, situarlas sobre materiales que sean los suficientemente resistentes al calor. Igualmente, hay que tener presente que no es recomendable dejarlas arder más de cuatro horas seguidas, ya que podrían llegar a saturar el ambiente.
Lámparas catalíticas
Las lámparas catalíticas fueron diseñadas para purificar el ambiente liberándolo de ácaros, moho y bacterias, entre otros elementos. Por esta razón, son la opción perfecta para personas que sufren algún tipo de alergia. No obstante, el único inconveniente que presentan este tipo de lámparas es que deben ser preparadas y encendidas por uno mismo, por lo que no siempre son la mejor alternativa para todo el mundo.
Frente a las lámparas catalíticas, podemos encontrar las lámparas eléctricas, cuyo funcionamiento es exactamente igual solo que a través de la electricidad.
Flores secas
Las flores secas no solo perfumarán nuestro hogar, sino que también le darán un toque especial a nuestra decoración colocándolas en cuencos de vidrio o sacos de tela.