El ajo tiene una serie de beneficios culinarios y medicinales que lo convierten en una de las plantas más versátiles y útiles que puedes cultivar en tu jardín.
Es increíblemente fácil de cultivar, incluso para hacerlo en invierno, en tu hogar y poder disfrutar de ajos frescos y sabrosos. Igualmente cultivar el ajo en el interior puede ser algo más complicado que en el jardín, pero igualmente lo puedes hacer.
Es indispensable tenerlo en tu cocina ya que es un ingrediente muy versátil que puede realzar una gran variedad de platos y además tiene beneficios para la salud cómo fortalecer el sistema inmunológico y ayudar a combatir resfriados e infecciones.
Vas a necesitar es tener acceso a mucha luz del sol al cultivar en el interior, esto te va a brindar todo el potencial para cultivar tallos y bulbos completos. En este artículo te mostramos cómo cultivar ajos en casa de forma sencilla en tu hogar.
Variedades de ajos
Al cultivar ajo en interiores tienes que tener en cuenta las variedades más populares para saber cuál elegir.
Ajo de cuello duro y el de cuello blando son los dos tipos principales y se pueden cultivar en el interior. Cada uno tiene su sabor y requisitos de cultivo distintos.
El ajo de cuello duro: se adapta mejor a los climas norteños más fríos, produce un tallo florido en el centro, el bulbo es más redondo, su sabor es más completo y tiene una vida útil más corta e comparación con otros tipos de ajos.
El de cuello blando: se adapta mejor a los climas sureños más cálidos. Este tipo de ajo da mejor resultados en el interior si tu objetivo es cosechar bulbos de ajo.
También tendrás que elegir un lugar con mucha luz solar y un suelo bien drenado. Si no tienes un lugar soleado en tu jardín, aún puedes cultivar ajos, sólo tienes que tener en cuenta que no producirá tantos bulbos como lo haría en un lugar soleado.
Ajo elefante: Este ajo produce bulbos y dientes grandes, el sabor es suave y menos picante que los otros tipos de ajo. Requiere un periodo de crecimiento más largo que las otras variedades.
Pasos a seguir para cultivar ajos en el interior
En primer lugar, tenemos que saber que puedes plantar varios dientes de ajo en una maceta, pero tienes que colocarlos separados para que haya suficiente espacio para que cada uno crezca.
La distancia tendría que ser entre 10 y 15 cm entre cada uno, para que puedan crecer de manera adecuada. El recipiente tiene que tener orificios de drenaje para evitar el estancamiento del agua lo que puede provocar la pudrición de las raíces.
1 – En primer lugar, tienes que enfriar los ajos, puedes hacerlo colocando los dientes de ajo en el refrigerador o colocando el ajo en macetas en el jardín durante algunas semanas en otoño invierno cuando las temperaturas sean frescas. Este periodo de frío es ideal para estimular la germinación y para cultivar bulbos de ajo en los interiores.
2 – Tienes que separar los bulbos de ajo con los dedos teniendo mucho cuidado de conservar la mayor cantidad de piel posible. A medida que lo haces revisa los dientes y elimina lo que los que estén dañados, mohosos o blandos.
3 – Agrega tierra en el recipiente con una mezcla para macetas estándar que tenga buen drenaje. La cantidad debe llegar a unos 5 cm por debajo del borde de la maceta.
4 – Coloca los dientes de ajo con los extremos puntiagudos hacia arriba, presiona cada diente hasta la mitad en la mezcla. Si vas a cultivar varios dientes de ajo en una sola maceta deja espacio entre cada uno de al menos 15 cm.
5 – Cuando hayas terminado de plantar los ajos llena la maceta con más tierra de modo que cada uno quede cubierto con aproximadamente un 1,5 cm de tierra. Para terminar, presiona suavemente la tierra alrededor del ajo y riega los dientes.
Cuidados de los ajos en el interior
En cuanto a la luz la planta de ajo necesita 6 horas de luz del sol de manera indirecta para poder crecer adecuadamente. Si tienes una ventana puedes colocar la maceta debajo, si no tienes suficiente luz agrega una luz de cultivo al ambiente.
Para cuidar los ajos, debes arrancar las malas hierbas que puedan crecer alrededor de las plantas. También es importante un suelo con buen drenaje, ya que un exceso de agua puede hacer que los bulbos se pudran.
Debes regar el ajo de manera constante en una tierra para macetas con buen drenaje y tiene que sentirse húmeda.
Cuando las plantas tengan unos veinte centímetros de altura, puedes añadir una capa de mantillo alrededor de ellas para ayudarlas a retener la humedad.
La fertilización del ajo también es importante. Aplica un abono equilibrado cada tres o cuatro semanas a partir de un mes después de la siembra.
Recolección y almacenamiento
El ajo suele estar listo para cosechar a principios del verano, unas dos o tres semanas después de que empiecen a aparecer los largos y rizados tallos florales.
Para cosechar los bulbos, tienes que esperar hasta que las hojas se pongan marrones y se marchiten, justo en ese momento deja de regar las plantas y espera que el resto de las hojas se sequen.
Cuando eso ocurra comienza a desenterrar los bulbos de ajo que hayas cultivado y los puedes guardar en una bodega o en un sótano fresco. También puedes utilizarlos para tus recetas favoritas.
Problemas y enfermedades del ajo
Es una planta que requiere poco mantenimiento para cultivar en interiores, además por su olor penetrante es poco atractivo para los insectos.
Sin embargo, el follaje puede ser poco propenso a los pulgones. Para solucionar ese problema tienes que regar las hojas con agua jabonosa.
También puede ocurrir la pudrición de la raíz por el exceso de riego, pero, al plantarlo en una maceta el exceso de agua debería ser mínimo.
El ajo es una planta fácil de cultivar, y siguiendo estos pasos y realizando todos los cuidados posteriores, podrás disfrutar del delicioso sabor y los beneficios para la salud que proporcionan. Deberás comenzar poco a poco para ir aprendiendo a hacerlo, teniendo algo de paciencia. Pero ¡¡el esfuerzo valdrá la pena!!