El naranja es un color muy caliente y volátil, lo que provoca reacciones muy diferentes en todo el mundo. En los Países Bajos el naranja produce un orgullo nacional, en Asia es de un color sagrado, utilizado sólo por los monjes budistas vestidos, y en los Estados Unidos, es Halloween. Sólo recientemente este aspecto más brillante, el más espectral de la familia de las naranjas, ha recibido más abiertamente, para la decoración. Sólo los tonos de especias de Cinabrio, pimienta, pimentón y terracota, eran los colores de consumo comercializables.
Afortunadamente, la afluencia de brillantes tonos ácidos como el color verde lima y amarillo limón en prendas de vestir, equipo de recreo, automóviles y electrónica, naturalmente, trajo consigo la mandarina y naranja a continuación, y fue aceptada más fácilmente. Las variaciones de naranja se han convertido en los colores calientes o cálidos.
En muebles para el hogar, el uso del naranja como tono es ampliamente favorecido, sin embargo, las naranjas rojizos más ricos y más sofisticados de cinabrio o los naranjas amarillentos como pimienta de Jamaica o de terracota, son mucho más habitables y se utilizan con más frecuencia. Estos tonos más apagados se pueden trabajar bien con la inspiración tradicional y/o étnica. Los tonos claros son adecuados para trabajar con las coloraciones de diseños más exóticos y de influencias de Oriente. Esto profundizó en que la gama de colores ha sido ampliamente aceptada.
Los tonos naranja son cálidos, confortables, acogedores, vivos, expansivos y joviales. El naranja es un color vibrante vinculado a la salud y vitalidad. También está asociado con el entusiasmo y optimismo, es un buen color de bienvenida para los pasillos. Ideal para habitaciones orientadas al norte que es necesario calentar, y también es una gran opción para lugares donde la conversación tiene que ser estimulada. En coloraciones suaves de Cora, el salmón, la arcilla y melocotón, puede ser muy relajante y sociable.
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Fuente- En femenino