La gran mayoría de las veces nos decantamos por el color rojo a la hora de decorar la casa para la Navidad, pero lo cierto es que hay muchísimas más alternativas. Hoy nos vamos a centrar en los tonos azules para decorar la navidad. Como el blanco o el gris, es un tono frío, pero resulta realmente elegante. Si deseamos contrarrestar esa frialdad, podemos hacernos con textiles en tejidos naturales.
El color azul también es el tono de la serenidad, por lo que es ideal para el hogar. Hay muchos complementos navideños para poder incluir dentro de la casa, desde la decoración del árbol a los detalles en la mesa. Combinándolo todo lograremos una decoración perfecta.
Si algo hay que tener en cuenta es que el azul puede ser el protagonista, pero que también vamos a tener que combinarlo con otros colores. Los tonos grises, blancos o plateados son ideales para mezclar. El resultado final será siempre muy chic y sofisticado. Si el tono de la habitación ya es el azul, podemos continuar con este estilo, pero añadir más blanco en los detalles navideños.
Los pequeños detalles marcan la diferencia en algunos rincones del hogar en el que no ponemos el árbol o grandes guirnaldas. Añadir pequeñas bolas azules en un jarrón transparente, o bien en unas ramas, es una idea muy sencilla y que suele funcionar, ya que no queda nada recargado.
La mesa también es importante, ya que debe combinar con el resto de la decoración. Hay que hallar el tono perfecto de azul. Como puedes ver, para un blanco nuclear podemos usar un azul eléctrico intenso, con tonos brillantes incluso, que le aporten intensidad. Por otro lado, si tenemos muebles oscuros, la mejor opción es un azul envejecido, para que se encuentre en la misma gama de colores, con oro viejo también o un tono gris oscuro.