Unas notas de naranja le bastan a este apartamento para no resultar «aburrido». Ubicado en Estocolmo, este apartamento nos demuestra que dos colores son suficientes para decorar un apartamento y llenarlo de luz. Blancos y grises decoran tanto las zonas comunes como las habitaciones y baños.
Ademas del gran protagonismo de ambos colores en la decoración, destacan en este apartamento dos detalles. Los conjuntos de fotografías que forman bonitos murales en la pared, conforman el primero de ellos. ¿Y el segundo? Las plantas, otra recurso para dar color a cada habitación.
Los cuadros y las fotografías cobran una gran importancia en la decoración de este apartamento. En el salón, la cocina o las habitaciones; los cuadros y grandes fotografías en blanco y negro visten las paredes aqui y alla. Ambastractos, realistas… pero todos en blanco y negro.
Llaman especialmente la atención los conjuntos de fotografías que adornan tanto el baño como una de las habitaciones. El conjunto «arbitrarío» sobre la cama funciona como un cabecero informal. Una forma minimalista y económica sin duda de vestir una habitación demasiado vacía.
Las plantas también abundan en la casa; plantas verdes y fuertes que se colocan tanto en el suelo como en las mesillas y mesas bajas que decoran hall, habitación y rincón de lectura. Un rincón de lectura que comparte espacio con la cocina y el comedor. Aquí es donde encontramos el color naranja que todo lo cambia.
Una decoración luminosa y serena que si no fuese por ese pequeño detalle de color, pudiera parecernos fría. Suelo preferir los apartamentos con mas notas de color, sin embargo, con este siento una especia de amor odio. Me gusta y no se por qué.
Imágenes- Fastastic Frank
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