Decoración Hygge: no querrás salir de casa

Las temperaturas frías ocurren al mismo tiempo en gran parte del mundo y cuando recaen sobre ti, es el momento perfecto para tener una decoración hygge en el hogar. Esta palabra significa comodidad y eso es lo que debes encontrar en tu casa con este tipo de decoración. Te sentirás tan bien que no querrás salir de tus estancias en todo el día.

Si no sabes cómo debería ser tu decoración hygge no te pierdas este artículo porque vas a encontrar algunos consejos para poder crear la estética higienizada que tanto te va a gustar. Podrás conseguir un hogar cálido y acogedor durante el inverno… ¡que te durará todo el año!

Colores neutros

Este es el primer paso para tener un hogar decorado con un estilo hygge… tienes que apostar por los colores neutros. Ayuda a establecer el tono para el espacio y para unir los diferentes elementos de diseño en tu hogar de manera cohesiva. Los espacios de Hygge no son una excepción a esta regla, por lo que siempre debes comenzar tus diseños de Hygge confiando principalmente en una paleta de colores neutros.

La higiene es comodidad y los tonos neutros te aportan sensación de limpieza constante y también ayudan a que tus ojos descanse, aumentando la higiene ocular. Teniendo eso en cuenta, querrás quedarte con los neutros más suaves, en particular. Puedes tener en cuenta un montón de grises suaves, color cremas y azules helados. Puedes limitar el uso de los neutros de contraste más alto, como el negro o el marrón oscuro, ya que estos pueden ser más gravosos visualmente pero quedan muy bien en contraste.

La comodidad ante todo

Para centrarte en la positividad de tu vida y el disfrute de las experiencias cotidianas debes centrarte también en la comodidad de tu hogar. En la práctica, se trata de disfrutar de los placeres simples de la vida, como la sensación de acurrucarse bajo una manta o caer en la cama después de un largo día.

Desde esa perspectiva, crear una casa hygge se trata de infundir el espacio con una sensación de comodidad. Para hacerlo, debes asegurarte de que tus muebles sean lo más lujosos posible. Piensa en muebles grandes pero no sobrecargados, cómodos sofás y sillas cómodas de sentarse y bonita visualmente.

También deberás tener muy en cuenta los textiles de tus estancias. Los textiles como alfombras, tapices, almohadas y mantas tejidas harán mucho para aportar calor y, por lo tanto, comodidad en una habitación. Coloca uno encima del otro para añadir algo de complejidad visual al espacio, pero no te enredes demasiado para que las capas se vean limpias y no sobrecarguen el ambiente. Hygge también trata de aceptar las imperfecciones como parte de la vida.

Incluye mucha iluminación suave

Crear un esquema de iluminación correcta es clave porque tiene un efecto enorme en la forma en que se siente un espacio. Si necesitas una prueba, solo piensa en cómo drenar los gastos indirectos, las luces industriales pueden sentirse en un entorno de oficina… Alternativamente, recuerda cómo se siente la iluminación apacible y relajante de algunas velas al final de un largo día. En este caso, estamos buscando establecer el último estado de ánimo… Olvida las luces de oficina que solo te generarán estrés y apuesta por las luces cálidas que te aportarán una sensación de bienestar indescriptible.

Para ello, tienes que asegurarte de llevar mucha luz suave a la habitación. En este caso, si bien cada habitación necesita algo de iluminación ambiental, casi debería ser una ocurrencia posterior a sus otros tipos de iluminación. Aquí, te centrarás en incluir algunas luces de acento como luces de bombillas suaves o incluso velas.

Piensa en lo esencial

Ten en cuenta que lo que no se incluye en estos interiores es tan importante como las piezas que selecciones. Un principio central de este estilo es permitirte placeres materiales suficientes para sentirte cómodo sin sentir la necesidad pasarte demasiado. Esta es una ocasión donde menos es más…

Para hacer esto de manera efectiva, lo mejor es comenzar desde cero. Retira todos los elementos del espacio y, una vez que tenga un lienzo en blanco, vuelve a moverlos pieza por pieza. Piensa como un decorador y decide individualmente si cada elemento añade un valor específico al diseño. Cuando no estés seguro, es que esa pieza no tiene cabida en ese lugar.

Sabemos que, para algunos, un espacio negativo puede sentirse incómodo al principio. Si eres una de estas personas, trata de no ceder a tus impulsos iniciales. Date tiempo para adaptarte al nuevo diseño de la habitación. Si después de unos días, el espacio todavía lo sientes demasiado vacío, considera qué partes del diseño necesitan mejorar. Modifica esos lugares hasta que encuentres tu equilibrio perfecto.

Para mantener una sensación de confort, especialmente en invierno, tienes que asegurarte de que la temperatura de tu habitación confortable. Puedes tener en casa un termostato inteligente o usar aparatos de bajo consumo que te ayuden a. Regular una buena temperatura en cada estancia.