Los biombos son una opción para dar un toque distinto a nuestro hogar. Podemos utilizarnos de muy variadas formas.
Podemos colocarlos plegados, semi abiertos o abiertos por completo, de pie o contra la pared, dependiendo del lugar donde vayamos a colocarlos y la utilidad que vayamos a darle.
Puede servirnos para separar ambientes dentro de grandes espacios, lofts o salas compartidas por varias personas en una oficina.
Un biombo clásico, con repujados o de tracería puede ser elemento ideal para colocar de cabecero de cama, quedará original y poco visto.
En ocasiones hay rincones de la casa que necesitamos tapar, o disimular por algún tipo de defecto en la pared o una mancha que tardaremos en arreglar, en estos casos situar un biombo disimulará esa imperfección y dará un toque de diseño a nuestro hogar. Debemos elegir un biombo que se adecue a la decoración de la habitación y que esté acorde al colorido y el estilo.
Si los colocamos delante de una ventana pueden servir de pantalla para miradas indiscretas sin necesidad de instalar cortinas o estores.
Hay una gran variedad de biombos orientales en el mercado que pueden dar un toque más exótico y diferente a nuestra casa. Desde los más vistos con ilustraciones típicas chinas a modelos más modernos.
Los fabricados en forja son también muy adecuados para algunas casas, aunque generalmente son más decorativos que útiles debido a su transparencia. Pueden servirnos como perchero en una entrada o un recibidor, y son también ideales como cabeceros de cama.
Si no tienes a mano uno, es fácil fabricárselo y crearlo uno mismo con unas antiguas puertas o tableros atractivos que podremos pintar o decorar a nuestro gusto con papel pintado o vinilos, o incluso con ampliaciones a gran tamaño de nuestras fotografías preferidas.
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