El ónice u ónix es una piedra parecida al mármol, pero que cuenta con una gran variedad de formas y colores a elegir, por lo que resulta muy atractiva para utilizar en el hogar, para formar parte de la decoración. Es una piedra que se puede romper más fácilmente, y que resulta más cara que el mármol, por eso no se utiliza tanto, pero lo cierto es que sus dibujos y colores son tan espectaculares que vale la pena.
Esta piedra es difícil de ver en decoraciones, pero también se utiliza a veces. Por eso hemos recopilado algunas ideas geniales para que las tomes como inspiración. Estancias en las que la pared, el suelo o una mesa son los grandes protagonistas gracias a la piedra ónice con sus muchas variantes.
Utilizar esta piedra en sus tonos y formas más espectaculares es perfecto para destacar una zona de la pared. En un ambiente minimalista, esta piedra pondrá el toque de color e intensidad que a veces se necesita. Además, como el mármol, resulta realmente elegante y sofisticada, por lo que es perfecta para los ambientes más modernos.
Esta también es una buena elección para un salón moderno y sofisticado. Alrededor de una chimenea le dará mucho carácter, pero también se puede usar sobre una pared. No obstante, hay que neutralizar el aspecto frío de la piedra con textiles que resulten agradables, para que el ambiente parezca más cálido.
Esta clase de piedras son fáciles de limpiar y de mantener, por lo que son ideales para utilizarlos en el baño. Es una idea genial para darle mucho carácter a esta zona de la casa, usando el ónice en la pared o incluso en el lavabo o el suelo. Las ideas son muy variadas, y la gran ventaja es que es un material de gran durabilidad y que se limpia de forma sencilla.