El tono marrón chocolate es un color muy cálido y también sobrio. No es fácil verlo como parte de la decoración, porque se ha asociado a un estilo masculino. No obstante, hay formas de incluirlo en la decoración de forma que se le saque todo el partido y sin tener que remitirnos a lo masculino.
Este color se suele utilizar en decoraciones cuando deseamos darle un aspecto elegante y también clásico. Un estilo atemporal que podemos tener en casa durante décadas sin que resulte desfasado, porque ya es un tono mítico y básico. No obstante, hay que saber utilizarlo, ya que en grandes cantidades puede hacer que las habitaciones parezcan mucho más pequeñas.
Este color es una buena elección para un dormitorio en cualquier estilo. Es muy elegante, y algo sobrio, por lo que se debe tratar de darle algo de encanto mezclando estampados y texturas, además de tonos mucho más claros. Al ser un color oscuro, hay que utilizar un contraste con blanco o beige para que no resulte demasiado sombrío.
Esta también es una buena elección para la cocina. Ayuda a mantener la sensación de limpieza, ya que es un tono que disimula las manchas, y además queda muy clásico. Aunque la cocina tenga electrodomésticos modernos, este color nos ayuda a que el aspecto general sea sencillo y clásico. Como puedes ver han utilizado azulejo blanco clásico para dar luminosidad a la cocina.
Otra de las cosas que se le achaca a este tono es que a veces resulta demasiado sobrio y por lo tanto algo aburrido si lo vemos todos los días. No obstante, podemos decantarnos por ideas actuales y originales para presentar este tono, olvidándonos de lo de siempre. Una pared con amplias rayas es una gran solución, y los tonos beige son los compañeros ideales para crear una pared cálida, elegante pero también muy original.