Aunque casi todo lo que vemos hoy en día se centra en el adorable estilo escandinavo, también hay que acordarse de esos otros estilos que siempre han estado ahí, y que siguen siendo muy bonitos. El estilo rústico se inspira en esas casas de campo con un ambiente agradable y hogareño, con toques vintage y muebles antiguos.
Hoy os traemos unos dormitorios rústicos preciosos, cada uno con algún toque diferente, porque a pesar de utilizar un estilo, siempre nos podemos decantar por detalles modernos, vintage, shabby chic o industriales. Todo depende de lo bien combinemos cada pieza, pero se pueden mezclar estilos.
Los cabeceros rústicos son la mejor forma de darle ese toque original y hecho a mano al cuarto. Se pueden hacer con tablas, con palets o bien con puertas o ventanas de madera antiguas y restauradas. Hay muchas ideas interesantes y estaremos reciclando materiales.
Otro detalle que marca la diferencia en este tipo de decoraciones de casa de campo son las camas de forja. Son realmente bellas, y hay muchos diseños. Siempre cuentan con un toque romántico ideal para el dormitorio.
¿Quién dijo que el estilo rústico ha de ser clásico? Estas ideas a todo color demuestran que también se puede añadir ese ambiente moderno y cool en algo rústico. No hay que tener miedo de añadir un tono fuerte o nuestros colores favoritos, porque como veis quedan muy bien.
Pasamos del color al blanco total. Es otra opción que suaviza el aspecto más hosco de lo rústico y lo vuelve más elegante. Además, el blanco está de moda, y es perfecto para habitaciones en las que haya escasa iluminación. Puedes ver detalles interesantes, como la cama de madera a la que se le puede añadir un dosel, o las sillas antiguas tapizadas.
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