A la hora de decorar la habitación de nuestro bebé, debemos tener en cuenta ciertas cosas imprescindibles para que el pequeño esté cómodo, y para que nosotros podamos sacar el máximo partido a la habitación para guardar sus cosas.
Lo primero que debemos tener en cuenta es que los niños absorben todos los estímulos que vienen de su alrededor, por lo que debemos pensar al detalle la decoración.
Lo primero es tener en cuenta los colores. Después, las formas y los materiales de los que están hechos todos los elementos de decoración.
Además, no solo hay que tener en cuenta la estética. Debemos ser conscientes de que todos los muebles y elementos de decoración tienen un precio elevado, por lo que merece la pena aprovecharlos al máximo. Un buen ejemplo de esto es la elección de cuna, ya que si es un poco más grande o convertible, nos aseguraremos de que el pequeño la pueda usar más tiempo.
En cuanto a los colores, puede ser una excelente idea dejar de lado los tradicionales rosa y azul, y emplear tonos básicos y agregar colores a base de texturas para que el espacio cobre mayor vida y sea atractivo a su vista.
Asimismo, el niño también se sentirá estimulado por el uso de varias texturas: líneas simples en las paredes, patchwork, una alfombra… empieza a pensar en superficies diferentes.
De todos modos, la idea esencial que debemos tener en mente a la hora de decorar la habitación de un bebé es facilitarle el sueño pero, además, hacerle la vida tranquila y feliz todo el tiempo.
Fuente: Hogar total
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