Las estanterías flotantes son una estupenda opción para cualquier zona del hogar. Son sencillas, se pueden colocar fácilmente y además no ocupan demasiado, por lo que nos sirven para aprovechar la zona de las paredes en cualquier zona en la que tengamos un poco de espacio.
Hay muchas modalidades y diseños para añadir estas estanterías. Desde las más sencillas, con madera de aspecto rústico, hasta las más modernas, pintadas de blanco y pasando desapercibidas en las paredes. Son una estupenda opción para disfrutar de un poco más de almacenaje en casa, con mucho estilo, ya que ahora la tendencia es buscar la sencillez en los ambientes.
En la zona del baño es una idea estupenda la de añadir estas estanterías. Porque tenemos muchos huecos y porque normalmente ya no hay demasiado espacio para poner estanterías grandes. Así que una de estas cerca de la bañera o del lavabo puede sernos muy útil para tener toallas y otros utensilios más a mano. Y no afecta mucho a la decoración debido a su sencillez.
En la zona de la cocina encontramos también estas estanterías tan funcionales. En madera clara u oscura, son piezas que podemos destacar frente a una pared blanca, o bien pintarlas de colores o en el mismo color blanco.
Otro de los sitios en donde estas estanterías pueden ser útiles es en la oficina en casa. Si no queremos tener todo sobre la mesa, añadimos una estantería al aire, y podemos tener desde libros a cuadros o utensilios cerca. Una buena idea es la de añadir una estantería en el mismo estilo que el resto de la oficina.
En la zona del salón también tenemos estas geniales estanterías, que le dan un toque muy minimalista. Son perfectas para los estilos más sencillos, como el estilo escandinavo. En madera, o en color blanco o negro y de estructura delgada.