Cuando hacemos referencia al estilo escocés en decoración, nuestro imaginario nos lleva inconscientemente a una profusión de textiles en cuadros rojo tartán, cuadros con escenas de caza, ocas de madera pintadas o papel de pared con estética de las Highlands. Sin embargo, aunque los motivos a cuadros siguen perdurando, hoy día este estilo se ha reciclado hacia un clasicismo intemporal y reposado, con pequeños detalles que evocan cierta nostalgia por épocas pasadas unidos a elementos actuales para crear una atmósfera naturalista y reconfortante.
A nivel arquitectónico se insiste en resaltar la calidad de los materiales típicos del universo escocés como la piedra, la pizarra o la madera, potenciando también los colores típicos del paisaje local: En esta antigua casa de pescadores se han aprovechando al máximo los paramentos originales, entarimando las zonas que estaban dañadas e incluyendo techos de pladur para aligerar visualmente la rudeza de las paredes y el acabado rústico de los muebles.
Los detalles decorativos optan por una actualización de los códigos del tradicional tartán: Los cuadros se combinan con motivos de rayas, los clásicos estampados de lana se renuevan en textiles de lino y algodón y el mobiliario adopta una estética vintage de aire afrancesado creando ambientes menos recargados.
Los recurrentes cuadros mantienen su protagonismo pero suavizan el tono: Verdes musgo, brezo, grises apagados, naranjas quemados, lavandas… Como este dormitorio donde la ropa de cama en azul navy recuerda el carácter marino del pueblo escocés, o el elegante baño empapelado en gamas beige, topo y marrón.
Más información – Decoración de cabaña 2
Fuentes – Heather MacLeod, The guardian, Well appointed house, Decoración Facilísimo
Oye pues es un estilo que va muy bien para una casa rustica.