Cuidar la iluminación es fundamental para que las habitaciones resulten funcionales. Es especialmente importante prestar atención a este elemento en aquellas habitaciones en las que contamos con superficies de trabajo, como ocurre en la cocina. Es en éstas donde los flexos se convierten en una estupenda alternativa.
Colocar una sóla lámpara en la cocina puede no ser suficiente. Si no contamos con abundante luz natural, nos encontraremos con zonas oscuras para trabajar, a las que no llega la suficiente luz. Podemos solucionarlo instalando flexos en la pared; además de iluminar la encimera o la isla de forma adecuada, este tipo de lámpara resulta decorativa.
Utilizar flexos de pared para decorar la cocina es una idea que aporta cierto aire industrial a la estancia y que como tal resulta actual. Una propuesta, sin embargo, que no podemos desarrollar en cualquier cocina; solo podremos colocarlos allí donde la pared esté libre, donde no existan armarios superiores.
Podemos colocar varios flexos en serie, haciéndolos coincidir con aquellas superficies que mas utilicemos. Nos resultará muy útil poder dirigir la luz allí donde piquemos las verduras, trabajemos con el mortero o el robot de cocina. Si algo caracteriza a los flexos es su brazo flexible, que permite concentrar la luz en un espacio determinado.
Podemos apostar por dos tipos de flexos: de pared o de pinza. En todas las imágenes, a excepción de la primera podéis ver diferentes modelos de flexos de pared, con un brazo mas o menos largo. En la primera, los protagonistas son flexos de pared, que requieren una balda u otra superficie saliente para ser fijados.
Si os habéis fijado atentamente en las imágenes, os habréis dado cuenta que independientemente del estilo de la cocina, siempre se utilizan flexos que contrasten con el color de la pared. Se utilizan flexos blancos en paredes negras, y flexos negros en paredes blancas.
¿Os gustan los flexos para decorar la cocina?