Hemos visto las paredes de ladrillo en espacios rústicos, en casas con estilo industrial, en los típicos loft, pero nunca en espacios infantiles, y sin embargo, son una gran idea. Estas paredes de ladrillo le dan un aspecto diferente a los cuartos, y nos permiten disfrutar de unas paredes con textura. Eso sí, tendremos que prescindir de detalles como los vinilos, ya que este tipo de paredes no los admiten.
En estas habitaciones para niños encontramos unas paredes de ladrillo a la vista, a veces pintadas y a veces en su tono más natural. Es una buena idea si queremos darle un toque rústico y auténtico a los espacios infantiles, que a veces son demasiado suaves.
Paredes de ladrillo en habitaciones coloridas
En estas habitaciones infantiles encontramos paredes de ladrillo, y a pesar de el toque rudo y rústico, no pierden su toque divertido e infantil. Además, han añadido mucho colorido a todo, para darle mucha más alegría, con camas en colores como el amarillo, y con textiles repletos de estampados.
Paredes de ladrillo en color blanco
Estas paredes pueden parecer demasiado rústicas, y el color anaranjado puede no pegar con la decoración que teníamos en mente. Pero lo bueno del asunto es que podemos pintarlas del color que queramos y seguirán teniendo esa textura característica, como estas paredes pintadas en color blanco. una idea que hace que el cuarto resulte mucho más luminoso.
Paredes de ladrillo en gris
También hay madres atrevidas que pintan estas paredes en colores fuertes. Lo bueno de estos colores es que los textiles y detalles en colores claros van a destacar mucho más, como puedes ver en estas bonitas habitaciones infantiles.
Paredes de ladrillo naturales
Hay quien elige dejar las paredes de ladrillo tal cual, en ese tono anaranjado y con el cemento viéndose entre los ladrillos. Es mucho más rústico, pero también puede resultar interesante para destacar una cama en color blanco.