Durante los días de invierno, lo que más necesita un hogar es transmitir calidez. Cuando llegamos a él lo que deseamos es que nuestra casa tenga ese toque cálido tan acogedor, en el que nos sintamos más a gusto. Así como en el verano es mejor decantarse por una decoración que aporte frescura, en el invierno es mejor la calidez.
Hay algunas pautas para conseguir un ambiente más cálido en el hogar si es lo que deseamos. Aunque están de moda los tonos blancos y grises estos no son los más adecuados para este fin. Pero además de los colores podemos utilizar otros recursos para conseguir esa sensación al llegar a casa, con materiales y texturas.
Colores cálidos
Los colores son muy importante a la hora de hacernos sentir calidez. Como decimos, si queremos frescura recurrimos al blanco, al azul o el gris, pero si deseamos calidez nos decantamos por los tonos tierra, beige, anaranjados o amarillos para las paredes y los textiles y muebles. Ante todo podemos crear una gran sensación de calidez pintando las paredes en este tipo de tonos.
Textiles
Otra forma de que nos sintamos más cálidos en casa son los textiles, que ayudan mucho en este sentido. Probad a ver una habitación sin alfombras y con una gran alfombra de pelo tupido. La cosa cambia mucho, así que estos textiles nos pueden ayudar. Desde mantas para el sofá a alfombras en pasillos y en los cuartos, son formas de crear un ambiente más cálido. Sobre todo si hablamos de textiles gruesos de punto o de pelo.
Materiales
Los materiales también influyen a la hora de dar esa calidez. El metal por ejemplo crear ambientes más fríos, lo mismo que el cristal. Por eso siempre es mejor decantarse por la madera en tonos medios. Este es el material que más calidez nos da.