Los puffs son un recurso a tener en cuenta a la hora de decorar el salón. No ocupan demasiado espacio y resultan muy prácticos, pudiéndoles atribuir diferentes usos. Sirven como mesa auxiliar y reposapiés, pero también como asiento ocasional ante la llegada de invitados inesperados.
Los puffs le dan a nuestro salón un aire moderno e informal muy interesante. Podemos encontrarlos elaborados en piel, algodones, fibras sintéticas e incluso ganchillo; una amplia variedad que nos facilita la tarea de adaptarlos a nuestra sala de estar, ya sea ésta de estilo rústico,tradicional o contemporáneo.
Los puffs cumplen una doble función. Son un complemento decorativo ideal y al mismo tiempo, resultan muy prácticos. Los de pequeño tamaño pueden utilizarse como mesa auxiliar, reposapiés o asiento y tras su uso apilarse y recogerse bajo una mesa de café de forma que no estorven.
Son realmente prácticos cuando hay niños en casa, ya que les resultan divertidos y al mismo tiempo útiles como asiento ocasional ¿que niño puede parar mas de 5 minutos sentado? También en salas de estar pequeñas son un buen recurso para sentar a los invitados (jóvenes) en comidas y cenas informales.
Si os fijáis en la segunda imagen, descubriréis un nuevo uso para este complemento o accesorio. Con un tamaño ligeramente superior, el puff acolchado se convierte en una estupenda y elegante mesa de té. Rodeada de sofás y bancos de aspecto moderno es una de las propuestas que mas me ha sorprendido.
Los puffs de ganchillo resultan perfectos tanto en ambientes rústicos como en apartamentos modernos y jóvenes. Los de piel resultan mas elegantes y tradicionales, mientras que los textiles estampados son una buena forma de introducir un punto de color y riesgo en cualquier sala de estar. ¿Te animarás a decorar con puffs tu salón?
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