En la actualidad tenemos muchas alternativas a la hora de decorar espacios, y es que hay todo tipo de colores, texturas, acabados y materiales para el hogar. En esta ocasión hemos pensado en el suelo de la cocina, una parte que se usa mucho, y se puede desgastar, pero que encontramos en materiales duraderos, y también bonitos.
A la hora de elegir el suelo de la cocina podemos dejarnos llevar por la estética, aunque desde luego siempre tenemos que tener en cuenta el componente práctico, y es que es una zona que va a necesitar mucha limpieza, y por eso hay que escoger materiales fáciles de limpiar.
La opción más sencilla es la de utilizar baldosas, que es algo común. No obstante, en el mercado hay muchísimos diseños y colores diferentes, por lo que esta idea nos da mucha versatilidad a la hora de escoger el suelo de la cocina. Además, las baldosas siempre son fáciles de limpiar, por lo que son lo mejor para el día a día.
Suelos de ladrillo
Los suelos de ladrillo son muy rústicos, ideales para esas casas de campo en el que desean mantener ese encanto rural. Pero desde luego no son los mejores suelos para limpiar, porque su superficie no es lisa. En todo caso, es una bonita opción para una cocina de este tipo, si queremos conservar ese toque rústico que combine con todo lo demás.
Suelos de madera
Los suelos de madera son cada vez más populares, y es que se trata de un material que añade calidez a cualquier hogar, y lo mismo sucede con la cocina. Hay suelos de madera en tonos negros, o en el tono natural de la madera, eso depende de lo que deseemos. Y con sus tratamientos se mantiene bien y es fácil de limpiar.
Suelos de piedra
Los suelos de piedra son sin duda de lo más resistentes, aunque por sus acabados rugosos no siempre son tan fáciles de limpiar. Son otra bonita opción para las cocinas de estilo rústico.