Siempre he pensado que los niños desde muy pequeños deben estar cerca de la naturaleza porque eso les hace descubrir el mundo que les rodea y estar más cerca del medio ambiente, y además, ser más consciente que nosotros formamos parte del mundo y que debemos respetar nuestro planeta. Por eso una escuela infantil que esté orientado a esto, será siempre un acierto para todos los niños que puedan jugar en ella.
El taller de diseño de Yamazaki Kentaro diseñó la Escuela Infantil Hakusui, una estructura acristalada con terrazas en una pendiente en Chiba, Japón. Fue encargada por la firma local de bienestar social Seiyu-Kai. La escuela infantil fue diseñada paara dar cabida a 60 niños y asumir la apariencia de una casa grande con vistas a las montañas boscosas que rodean la la estructura adosada y es una forma de traer la naturaleza en el interior de la escuela infantil.
La escuela está construida totalmente con cristal y madera para que dé una sensación de continuidad con la naturaleza y el entorno que la rodea. Esta estructura no sólo incluye gran variedad de espacios para los niños, sino que además minimiza el número de puntos ciegos por razones de seguridad. Los arquitectos decidieron crear una escalera abierta donde cada nivel fuera un espacio diferente de la sala.
Otras áreas como la oficina, la cocina u otras áreas de servicio están situados hacia el lado norte de la escuela, las habitaciones, la sala de juegos o la sala de la siesta infantil están ubicadas hacia el sur.
El segundo piso cuenta con un balcón y una terraza. La luz natural es potenciada al máximo en todas sus estancias, con gran ventilación y puertas correderas que ayudan a que el paisaje sea una extensión natural del ambiente interior. Un increíble lugar para los niños.