En el año 1961 entraban los Kennedy a La Casa Blanca siendo la esperanza de los USA de por aquel entonces, pero al contrario de lo que parecía pasarían sólo dos años en la Mansión Presidencial por motivo del fatal desenlace que todos conocemos.
Jackie Kennedy realizó una enorme transformación en la Casa Blanca ya que consideraba que la decoración que había quedado tras la reconstrucción de Truman era vacía y carecía de contenido histórico y que no representaba plenamente a su país. La remodelación la llevo a cabo con la ayuda y la experiencia de la interiorista Sister Parish, de la que hay que destacar que fue la primera decoradora en participar en la Casa Blanca, más tarde se les uniría Stéphane Boudin, interiorista francés de diversas casas reales.
La Sala Oval Amarilla: lo que vendría siendo el salón de reunión familiar, la decoraron en estilo Luis XVI, poniendo sofás de seda amarilla y de terciopelo. Las cortinas las diseñó el propio interiorista.
Lo que anteriormente había sido la Sala Príncipe de Gales se convirtió en Comedor Privado decorado con tapiz en las paredes al igual que la Sala Oval de Diplomáticos, cuyo mobiliario y tapiz llamado “Paisaje de América del Norte” hasta la llegada de los Obama no habían sido practicamente cambiados.
El Cuarto Azul, que es donde se recibe a los presidentes de otros países, lo cambiaron a un estilo Imperio Francés.
El matrimonio Kennedy dormía en habitaciones separadas. La de él decorada en tonos sobrios, y la de ella en colores más claros y femeninos.
Los dos dormitorios infantiles se procuraron decorar con un aire más ligero que el resto de la casa. La de Caroline se pintó de rosa pastel con el mobiliario conjuntado y la de John de color azul con los accesorios blancos.
Hasta la llegada de Michelle Obama, Jacqueline fue la primera dama que más cambios realizó en La Casa Blanca, y cabe decir que el día en que murió el Presidente JKF aún no había terminado de redecorar la casa tal y como pretendía.