Si Balmain (de la mano de su antiguo director artístico Decarnin) ha vuelto a poner de moda las tachuelas que definieron el Punk británico de los años 80 y que ahora visten todo tipo de prendas y complementos, era lógico que las mismas que ribeteaban asientos tapizados y baúles desde hace siglos también volvieran a estar en boga decorativamente hablando.
Es cierto que en la actualidad existen multitud de modelos (como estos revestidos en tela de la imagen superior) pero las clásicas de acabado metálico o dorado siguen siendo las más recurrentes; el resultado pretendido es el de dar un toque contemporáneo o urbano a la pieza, aportándole prestancia y glamour, como este conjunto de sillón y reposapiés diseñado por Lee Bloom, de apariencia suave inspirada en los años 30 y que consigue un efecto deslumbrante mezclando tachuelas de formato circular y cuadrado.
En la web «Fred lives here» customizan conocidos muebles de diseño para otorgarles personalidad, como vemos en las butacas Egg de Arne Jacobsen donde el respaldo trasero se puebla de tachuelas en punta; no se puede negar el efecto neo-punk y vanguardista de los asientos pero no sé hasta que punto serían funcionales en una casa particular (sobre todo habiendo niños…).
Si uno opta por el DIY, las tachuelas de pequeño tamaño pueden servir para dar un valor añadido a un mueble inicialmente simple sin necesidad de hacer una gran inversión; basta con comprarlas en una ferretería o tienda de telas y clavarlas con la parte trasera del martillo, pero es recomendable crear una plantilla para que todas queden a la misma distancia y el diseño ofrezca un acabado homogéneo. Las mesillas de cama o mesitas auxiliares son piezas sencillas con las que podemos lanzarnos a probar, antes de atrevernos con otras de mayor envergadura como este mueble bar estilo años 50, que consigue cierto lustre gracias a las tachuelas y rememora a un sofá Chester.
Estos baúles cajonera de Andrew Martin Howard decorados con estrellas realizadas en tachuelas muestran otra alternativa de cómo convertir un diseño ordinario en otro con encanto, ideal para un dormitorio juvenil o personas con alma rockera. Como podemos apreciar el resultado estético varía mucho dependiendo en cada caso del material, la función del mueble y el motivo elegido «a clavar».
Más información – El sofá Chester se versiona y revisiona
Fuentes – Belle vivir, Buyers Paradise, Good house keeping, My french interiors, Occa-home, The decorating files, Trendir
me quedo con los dos muebles de cajones y ese sofa tan original ,sin olvidar esa especie de reposa pies tan grande