La lavadora es el gran aliado para mantener la ropa de la familia limpia y fresca, pero también requiere cuidados específicos para su mantenimiento. Uno de los componentes que más descuida la gente es la goma de la puerta de la lavadora. Esa junta flexible asegura la estanqueidad y el correcto funcionamiento del electrodoméstico, pero acumula humedad, restos de detergente, pelusas y pequeños objetos. Todo esto favorece la formación de moho, bacterias y malos olores.
Si alguna vez has abierto la puerta y has sentido olor a humedad o has visto manchas oscuras en la goma, no te preocupes: esto es muy común. En este artículo te explicaremos, de manera detallada y paso a paso, cómo limpiar la goma de la lavadora, eliminar el moho resistente y prevenir que vuelvan a aparecer los malos olores. Además, compartiremos consejos de prevención, materiales recomendados, preguntas frecuentes… ¡y trucos útiles para facilitarte el trabajo!
¿Por qué la goma de la lavadora se ensucia y huele mal?
La goma de la lavadora—también llamada junta o fuelle—actúa como primera línea de protección entre el tambor y el exterior. Su diseño con pliegues hace que atraiga humedad, restos de detergente, pelusas y objetos pequeños. Eso crea un ambiente ideal para el moho, las bacterias y los malos olores.
Con el tiempo, esta suciedad puede transferirse a tu ropa, generar manchas, olores difíciles de eliminar e incluso acortar la vida útil del electrodoméstico. Prevenir siempre es mejor que curar, pero si ya tienes el problema, no te preocupes: puede solucionarse si se siguen buenos hábitos de limpieza y mantenimiento.
Materiales recomendados para limpiar la goma de la lavadora
Antes de comenzar, prepara todo lo que necesitarás:
- Guantes de goma. Útiles para proteger la piel al usar productos como lejía o agua oxigenada.
- Paños de microfibra o algodón, limpios y que no suelten pelusa.
- Cepillo de dientes viejo o cepillo pequeño para llegar a los rincones difíciles.
- Bastoncillos de algodón (opcional) para zonas muy pequeñas.
- Vinagre blanco de limpieza, bicarbonato de sodio y, si es necesario, lejía muy diluida o agua oxigenada al 3% para moho resistente.
- Limpiador antimoho comercial (si prefieres productos ya preparados).
- Jabón neutro o detergente líquido.
¡Importante! Nunca mezcles lejía con vinagre ni amoniaco, ya que puede liberar gases tóxicos peligrosísimos. Usa cada producto por separado y aclara bien entre uno y otro.
Paso a paso: Cómo limpiar la goma de la lavadora de forma sencilla y eficaz
1. Ponte en modo limpieza y prepara el área
Primero, apaga y desenchufa la lavadora por seguridad. Déjala vacía y con la puerta abierta. Colócate los guantes y ten a mano todo lo necesario, ya que deberás moverte entre el tambor y la goma, y puede que manches agua.
2. Limpieza superficial y retirada de restos sueltos
Con un paño húmedo, limpia toda la superficie visible de la goma. Retira pelusas, cabellos, suciedad gruesa y restos de detergente. Presta atención a los pliegues: tira suavemente de la goma para abrir los pliegues, donde suelen esconderse los problemas.
3. Elige y aplica el producto limpiador adecuado
- Para mantenimiento y suciedad ligera: agua tibia con jabón neutro. Humedece un paño y frota toda la goma, incluidos los pliegues.
- Para suciedad acumulada y olores: mezcla vinagre blanco con agua en partes iguales y, si quieres, añade una cucharada de bicarbonato de sodio. Empapa el paño, escúrrelo y limpia toda la goma, incluyendo rincones y manchas. Si hay mucha suciedad, deja el paño impregnado unos minutos.
- Para moho negro o zonas muy sucias: prepara una pasta con bicarbonato y agua y aplícala con un cepillo de dientes viejo. Frota suavemente y deja actuar 15-20 minutos.
- Manchas difíciles o moho resistente: si el bicarbonato o el vinagre no funcionan, usa lejía diluida (una parte de lejía por 10-15 de agua fría). Humedece un paño o bastoncillo y pasa sobre las manchas, dejando actuar máximo 10 minutos. También puedes usar agua oxigenada al 3%, con precaución.
4. Enfócate en los pliegues: ¡ahí está el peligro!
Abre bien los pliegues y limpia y frota por fuera y por dentro. Si hay mucho moho, deja que el producto actúe unos minutos antes de frotar.
5. Aclarado exhaustivo
Este paso es esencial, especialmente si usaste bicarbonato o lejía. Usa un paño limpio y humedecido solo en agua y aclara toda la superficie de la goma y los pliegues varias veces. Esto evitará que queden residuos que puedan afectar futuras coladas o dañar la goma.
6. Secado minucioso y ventilación
Pasa un paño seco y limpio por toda la goma y sus pliegues. Asegúrate de que quede completamente seco para impedir la proliferación de moho. Cuando termines, deja la puerta abierta varias horas, o siempre que no uses la lavadora, para que circule el aire y se seque por completo.
¿Qué hacer si el moho o el olor persisten?
Si tras una limpieza profunda aún aparecen manchas negras o el olor no desaparece, repite el proceso en unos días. El moho más incrustado puede requerir varias rondas de limpieza.
Si la goma sigue negra o dañada, considera reemplazarla. Las gomas de repuesto son fáciles de conseguir y su cambio, en general, es sencillo. Un reemplazo a tiempo evita goteras, fugas y averías costosas.
Trucos y consejos para prevenir la suciedad y el mal olor en la goma
- Sécala después de cada colada. Solo unos segundos con un paño evitarán muchos problemas.
- Deja la puerta abierta cuando no uses la lavadora. Esto favorece la ventilación y el secado.
- Limpiar regularmente el cajetín del detergente y el filtro ayuda a prevenir la acumulación de residuos en la goma y el tambor.
- Evita el uso excesivo de detergente y suavizante. Los excesos favorecen residuos y el crecimiento de moho.
- Realiza una limpieza mensual con productos suaves o con vinagre y bicarbonato para mantener la higiene.
- Revisa los pliegues cada vez que pongas ropa y elimina suciedad o restos de detergente.
¿Qué productos usar (y cuáles evitar) en la limpieza de la goma?
Recomendado utilizar vinagre blanco, bicarbonato de sodio, detergente neutro y lejía muy diluida solo en manchas resistentes de moho. El agua oxigenada es otra opción eficaz y menos agresiva que la lejía.
Evita usar lejía pura o productos abrasivos con frecuencia, ya que pueden desgastar la goma y afectar las coladas futuras, además de ser peligrosos si no se aclaran completamente.
¿Cada cuánto hay que limpiar la goma de la lavadora?
Lo ideal es realizar una limpieza superficial tras cada lavado, secando la goma y revisando los pliegues. La limpieza profunda se recomienda una vez al mes, aunque en zonas húmedas o si la lavadora se usa mucho, puede hacerse con mayor frecuencia.
El mantenimiento regular ayuda a prevenir moho, olores y averías mayores.
Dudas frecuentes sobre la limpieza de la goma de la lavadora
- ¿Cómo eliminar el moho incrustado? Con vinagre y bicarbonato. Para moho negro persistente, usa lejía diluida o agua oxigenada, dejando actuar unos minutos y aclarando muy bien después.
- ¿Qué pasa si nunca limpio la goma? Se acumulará suciedad, moho y bacterias, provocando malos olores, manchas en la ropa y reduciendo la durabilidad del electrodoméstico.
- ¿Puedo usar productos comerciales específicos? Sí, hay limpiadores antimoho disponibles en supermercados y ferreterías. Sigue siempre las indicaciones del fabricante.
- ¿Es peligroso limpiar con lejía? Úsala solo como último recurso, muy diluida y evitando mezclarla con otros productos. Usa guantes y ventila bien el área.
Mantenimiento general para evitar malos olores
Además de limpiar la goma, revisa periódicamente el cajetín del detergente, el filtro y el tambor. Se recomienda realizar un ciclo de lavado a alta temperatura (60-90ºC, vacío o con vinagre/desincrustante) cada mes para eliminar restos y bacterias.
No dejes ropa húmeda dentro de la lavadora tras terminar, ya que la humedad estancada favorece el crecimiento de moho y olores. Saca la colada pronto y ventila el interior.
¿Cuándo cambiar la goma de la lavadora?
Si la goma presenta roturas, rajaduras, endurecimiento o moho difícil de eliminar, es momento de cambiarla. Consulta el manual o el servicio técnico. La sustitución suele ser sencilla y puede prevenir goteras, fugas y costes mayores.
Dedicar unos minutos mensuales a limpiar y secar la goma de la lavadora mantiene la ropa libre de olores, prolonga la vida útil del aparato y evita problemas de humedad y moho. Con estos hábitos y productos, la junta de la puerta dejará de ser un rincón olvidado y convertirá tu lavadora en un electrodoméstico más eficiente y duradero.