Ya hemos dicho en más de un artículo que los colores influyen en el ánimo de las personas. Por lo tanto, a la hora de elegir la decoración de nuestra casa debemos tener cuidado de elegir los tonos más adecuados, según lo que queremos transmitir. No podemos olvidar que la primera sensación que tenemos al entrar en una habitación son sus colores.
Si queremos crear un ambiente relajante en nuestra casa, necesitamos escoger colores que creen esta sensación. Pero esto no significa que nuestra decoración deba ser aburrida. Es posible crear combinaciones espectacularmente bonitas y a la moda, con colores muy armónicos.
El azul marino es un tono muy cálido, que al ser oscuro combina perfectamente con los claros, como el crema. Recomendamos este tono porque es más elegante que el blanco, con el que acabaríamos creando una decoración marinera en nuestra casa, muy alejada del ambiente relajante que buscamos.
¿Queremos un dormitorio relajante? Nada mejor que decantarnos por pintar las paredes color arena, combinadas con textiles blancos y ocres, y techos y carpinterías en blanco roto.
Tampoco podemos olvidarnos del color turquesa, un tono muy luminoso, brillante y profundo, que se convierte en muy relajante cuando lo combinamos con el blanco puro. Acabaremos consiguiendo un espacio digno de un chill-out.
Finalmente, apostamos por el lavanda y el chocolate, una combinación de dos colores que por si no nos incitan a unirlos, pero que resulta perfecta. Las maderas oscuras en una habitación con paredes lavanda quedan perfectas y convierten nuestra casa en un espacio lleno de armonía.
Fuente: Decorablog
Fuente imagen: La chimenea de las hadas, Pinto mi casa