Los paneles perforados se han utilizado normalmente en espacios de trabajo. Tienen un aspecto muy funcional, y hasta hace poco no se los consideraba muy decorativos, pero el arte de reciclar y reutilizar ha hecho que se conviertan en otro elemento más para poder añadir a los cuartos.
Estos paneles pueden tener su gracia si los pintamos, pero en blanco son ideales para los espacios nórdicos, ya que tienen ese toque básico de las decoraciones escandinavas. En general, son un elemento que se utiliza para organizar cosas, por lo que es perfecto para zonas de trabajo o de estudio. Sin embargo, hay muchas más ideas que también podemos tener en cuenta a la hora de usar estos paneles perforados.
Como has podido ver, estos paneles sirven incluso para hacer cabeceros en los que disponer los juguetes o los detalles que más gustan a los niños. Son una forma de distinguir de forma sencilla y económica dos camas en habitaciones compartidas.
Esta idea es perfecta, ya que los paneles se suelen utilizar para clasificar todo tipo de detalles. Unas pinzas de colores para dejar mensajes o para tener recordatorios, o bien un panel en formato letra para una zona de trabajo personalizada.
En su versión más básica, los paneles son cuadrados y pueden llegar a ocupar una pared o un espacio bastante grande. Son perfectos porque se pueden añadir accesorios variados para colgar cosas, poner fotos y otros detalles de forma que lo tengamos todo a mano.
Estos paneles pueden ser una genial idea para disponer los cuadros, diversas láminas o incluso fotografías. Es una forma original de poder ponerlos juntos y en orden, añadiendo mucho color a los paneles.
Nos encantan estas ideas, con un panel con una parte lisa, como si fuese una estantería más. También un pequeño panel para tener organizado todo lo del bebé, desde los pañales a sus artículos de aseo.