El protagonismo del gris se ha visto reforzado en esta última década. Las editoriales de decoración lo han encumbrado al convertirlo en protagonista de numerosas publicaciones. De ahí que no nos haya resultado difícil encontrar una gran variedad de habitaciones infantiles con paredes grises.
Utilizar el gris como base en la habitación del bebé de color gris nos permite jugar con otros colores en diferentes elementos textiles y accesorios. Los grises claros no restan luminosidad a la habitación, pero si lo hacen los grises mas oscuros. De ahí que resulte interesante tener presente ciertas «pautas» a la hora de utilizarlo.
Grises oscuros
Los colores oscuros resultan arriesgados cuando se aplican en habitaciones pequeñas y/o con una mala iluminación; tienden a oscurecerlas y hacen que parezcan más pequeñas. De ahí que lo mas frecuente sea utilizarlo en una sola pared o en medias paredes. Se combina generalmente con blanco, creando así un gran contraste que no hará sino imprimir carácter al dormitorio. Unos accesorios de color rojos, pueden ser el remate final para crear una habitación de tendencia.
Grises claros
Los grises claros son más amables. Podemos utilizarlos en todas las paredes, sin miedo a equivocarnos. Apostar por tonos grises luminosos, evitará el tener que utilizar forzosamente el blanco, como lo hacían los tonos oscuros, tanto para iluminar la habitación como para evitar sobrecargarla. Podremos utilizar además con mayor libertad motivos estampados en la pared.
Encajarán a la perfección con estas paredes grises elementos textiles, alfombras y ropa de cama, en tonos más oscuros. ¿Y si deseamos darle color a la habitación? Entonces rosas, azules y amarillos pastel, se convertirán en nuestros mejores aliados. En cuanto a los muebles, blancos, grises y maderas claras se postulan como las alternativas mas populares, tal como podéis apreciar en las imágenes que hemos seleccionado.
¿Os gustan las habitaciones de bebé con paredes grises? ¿Os gustan mas los grises oscuros o claros?