Os hemos hablado de cómo preparar las paredes para pintarlas, y es que esta es una de las formas más sencillas de poder renovar un espacio para que parezca otro totalmente diferente. En general, cuando pensamos en pintar de nuevo una habitación, pensamos en pintar todas las paredes, pero hay formas mucho más originales de hacerlo, en las que quizás no habías pensado.
Pintar las paredes de forma original puede llevarte algo más de tiempo y esfuerzo que pintarlas del todo. Sin embargo, creemos que esto vale la pena, porque puede marcar la diferencia entra una decoración igual a las demás o una totalmente creativa y sorprendente.
Una de las formas más divertidas es pintar varios bloques de color. Así distinguiremos dos o tres tonos. La forma de realizar las líneas debe ser con cinta, midiendo antes, de forma que nos vaya a quedar bien el dibujo, para que la línea sea recta. Nos encanta la idea de poner la parte de abajo en un tono oscuro y la de arriba en un tono claro, de forma que se puedan usar muebles claros y destaquen igual.
Para añadir un toque de color en un ambiente con demasiada pintura blanca, podemos pintar simplemente una puerta, o la zona que divide varios ambientes. Esta es una forma de marcar zonas y espacios aportando vida a la casa. Además, con un bote de pintura pequeño ya podemos lograr cosas como estas.
Los patrones geométricos están muy de moda, por lo que podemos hacer algo así con la pintura. Con un fondo blanco, o con dos colores que contrasten, hacer formas de rectas o triángulos, para crear un espacio mucho más dinámico y divertido.
Si nos sobra algo de pintura y deseamos hacer una reforma exprés de fin de semana, podemos hacer algo como esto. Pintar una zona a modo de estantería, o bien el zócalo, para que vaya a juego con otro elemento de la habitación.