Mármol, pórfido, ónix. Con la belleza de los pisos de cerámica de piedra natural se vive la variedad de colores que reproducen el efecto táctil, proporcionando una mayor durabilidad y comodidad.
El piso de cerámica, pasta cerámica es compacto y duro, de color, no porosos y se llama «gres» sólo porque la masa de los azulejos es muy compacta, de hecho, las baldosas de gres son excepcionalmente resistentes. Se consiguen en todos los colores, no solo de piedra natural, sino también con las irregularidades que normalmente se encuentran en la naturaleza, para crear superficies que nunca sean las mismas sino que reúnan características únicas.
También añaden belleza a la probabilidad de una alta resistencia a la intemperie, los ácidos y el desgaste, tanto dentro como fuera del hogar. Además, la variedad de formatos diferentes, incluyendo el grosor, extiende a la máxima la libertad de composición.
En el mercado hay dos tipos de cerámicos, aquel en que las texturas son del mismo color en la superficie y en todo el espesor de la placa, y el que posee una capa superficial más fina que se puede encontrar en diferentes colores. Una de las características fundamentales de este material es su nivel de absorción de agua, de hecho, la porcelana, tiene niveles de absorción por debajo del 0,5%, esto representa el menor riesgo de fracturas o grietas debido al agua y la humedad.
No hay límite a las posibilidades creativas para los pisos de cerámica, gracias a las mezclas de colores se pueden realizar en ellos y ser de un gran aporte a la decoración del hogar.
Los pisos de cerámica se convierten así en un material versátil que ofrece un espacio para la creatividad y también en la casa domina con su comodidad y estética.