A pesar de que las tendencias siguen marcando al verde esmeralda, el amarillo y el coral como los tonos de esta primavera, el color blanco continua siendo uno de los protagonistas en la decoración del hogar. Superados ya los prejuicios que definen los espacios en blanco como sosos, aburridos o fríos, hay que reconocer sus evidentes ventajas: Da frescor visual, hace los espacios más diáfanos, contribuye a mejorar la iluminación y aporta una gran calidez si se combina con los accesorios adecuados.
La belleza innegable del blanco queda potenciada si se elige tanto para los elementos estructurales (paredes, suelos, techos, puertas, ventanas, radiadores…) como para el mobiliario: En este salón la única concesión de color se da en las vigas de madera a la vista y en la alfombra de piel natural; en el dormitorio son los libros y los marcos de fotos los encargados de aportar personalidad a la estancia. Es fundamental elegir muebles de buena calidad, resistentes y de fácil limpieza, ya que siendo blancos el paso del tiempo se aprecia mucho antes.
En esta cocina de estilo afrancesado se juega a romper el blanco impoluto combinándolo con leves toques de color, casi etéreos: El gris claro en la pared, las lámparas o los cojines hace destacar pequeños detalles como el verde pálido de las sillas, los accesorios en mimbre o el tono sepia del enorme cuadro que preside la chimenea.
Nada relaja más en un despacho o zona de estudio como un ambiente en blanco puro que ayude a concentrarse y capte la luz necesaria para descansar los ojos frente al libro, la tablet o el ordenador. El único inconveniente es que exige tener nuestras cosas ordenadas y la mesa lo más recogida posible para que no se pierda la pureza inicial de la decoración; algo pocas veces alcanzable…
Más información – Consejos para decorar con muebles claros
Fuentes – A mad tea party with Alice, Art&Design, Homedecorbook, Homeizy, House to home, J designs interiors, Le passioni de Antonella, Luux, Wind lost
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lo quiero todo me encanta