Según wikipedia, un puff es «un sillón mueble generalmente sin respaldo. […] es un mueble versátil que puede usarse para sentarse, apoyarse, tumbarse o reposar los pies. En el hogar, es un mueble muy útil pues puede recogerse en cualquier rincón o en espacios de pequeñas dimensiones. Su ligereza permite además trasladarlo solo en los momentos en que se va a utilizar.»
Y siguiendo esta descripción quiero mostraros diferentes modelos y diseños de este peculiar tipo de mobiliario que podemos incluir en nuestro hogar. Su versatilidad y fácil movilidad nos permitirá colocarlo y desplazarlo sin dificultad de un lado a otro de la casa según sean nuestras necesidades. POdemos elegir entre diversos modelos, materiales y colores, con patas o sin ellas, desde el cuero al plástico pasando por texturas novedosas de césped o aspecto de piedra que juegan con el concepto básico de este tipo de mobiliario.
A lo niños suelen encantarles este tipo de sillones sin respaldo, y por ello existen variedad de modelos creados para los más pequeños. Desde grandes cojines a puffs con formas de animales o colores chillones que sirven tanto para sentarse a leer como para jugar.
Han sido muy utilizados en culturas como la árabe, y son sus diseños en cuero repujado quizá los que más se conozcan. Ideales para tomar el té sobre una esponjosa alfombra en un rincón chill out y tranquilo de la casa o para tener una gardable velada con amigos.
Para los más clásicos también hay un modelo ideal, se trata de los pufs de estilo Chesterfield que acompañan a estos clásicos de la decoración. Recuerdan al estilo inglés del siglo XIX de la nobleza y se adaptan bien a cualquier ambiente, es perfecto para salones, vestidores o recibidores.
Sé el primero en comentar